No pudo ser. A diferencia del otro día con Tsitsipas, en el que Nadal sacó francamente bien y jugó a un ritmo altísimo de movilidad y de ataque, ayer le falló el saque. Es la diferencia entre ser un sacador de verdad o ser un sacador como Rafa, que ha mejorado mucho el servicio pero que no tiene esa regularidad.
Medvedev hizo mucho daño al balear con sus primeros saques y Rafa jugó prácticamente sin primeros servicios. Jugar así ante un tenista con un ritmo tan alto de juego, tan agresivo, que falla tan poco y que es rapidísimo, te obliga a desplegar tu mejor juego a nivel táctico. En el primer set, la paciencia y la experiencia de Rafa aguantaron un partido en el que los juegos en los que sacaba Medvedev duran un minuto y pico y los que jugaba Rafa cinco o seis, teniendo que salvar no sé cuantas bolas. Ahí se notó la experiencia del español y la forma en la que ha ganado muchos partidos. Parece que está siendo dominado, pero que acaba por delante en el marcador. Logró ganar ese primer set y yo creo que jugó como tenía que hacerlo, cambiando los ritmos, jugando en corto a veces, con dejadas... Aguantando.
En el segundo, Medvedev rompió muy rápido el saque. Se puso 4-1 y Nadal sacó su mejor tenis. Le remontó a 4-5 con opción de cerrar el duelo con su saque. Pero en el momento clave, Rafa se equivoco. Es raro que en momentos tan importantes no tenga tranquilidad, pero creo que se precipitó, jugó muy apurado esos puntos, perdió ese juego y se dejó el partido. En el tie break, la diferencia de saque se nota mucho.
En el tercer set tuvo muchos errores, se le vio cansado y fallando bolas que no suele fallar mientras que el ruso seguía siendo una máquina. Está en una forma extraordinaria, da golpes ganadores desde cualquier lado de la pista, es rapidísimo y tiene un saque.
Rafa no tuvo su día. Jugó por debajo del nivel que mostró ante Tsitsipas, pero es que el saque del griego no es el del Medvedev. El ruso parece mucho más en forma que cualquier otro. Veremos ante Thiem.