Capaz de todo, pese a la irregularidad

manuel piñeiro

DEPORTES

BRIAN SNYDER

11 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Regresa el Masters en noviembre y resulta extraño. Por la atmósfera sin público y los colores del otoño, más que por el juego. Porque toda la tecnología al servicio del mantenimiento del campo minimizará las diferencias respecto a cómo se juega Augusta en abril. Aunque, evidentemente, el frío puede reducir de entrada el vuelo de la bola, y la lluvia también haría más pesadas las calles y los greenes. Pero no se esperan ni el uno ni la otra.

Tiger Woods defiende el título y persigue los seis Masters de Nicklaus. Creo que para la promoción del golf sería positivo que estuviese el domingo en la pelea por el título. Y, aunque en una semana, es capaz de cualquier proeza, considero complicado que pueda ganar esta vez. No encuentra últimamente la regularidad necesaria, algo que sí tienen, por citar tres, jugadores como Dustin Johnson, Jon Rahm y Justin Thomas. Para ellos lo normal sería estar entre los jugadores de cabeza el fin de semana, porque vienen jugando con una precisión enorme durante los últimos meses.

Para los españoles, resulta dolorosa la baja por covid de Sergio García. Yo no habría jugado en un torneo tan atestado de público como estaba el Houston Open, con los espectadores muy pegados, sin mascarillas... Rahm cuenta con el juego y la garra para ganar el Masters este año, o cualquier otro. Augusta exige pegar la pelota muy alta y Jon sabe moverla a la perfección. Es un campo muy bueno para él, un campeón en potencia. A Rafa Cabrera, siendo un magnífico jugador, creo que el juego no le alcanza para ganar un major —ojalá me equivoque— y para Chema Olazábal jugar el fin de semana sería una proeza.