Aitor Aspas: «El Deportivo es un club más, vamos a tratar de ir a por ellos»

DEPORTES

M.Moralejo

El jugador del Coruxo y primo de Iago Aspas afirma que ser últimos en la tabla no refleja la realidad del equipo de O Vao

07 nov 2020 . Actualizado a las 22:19 h.

Los resultados no están acompañando al Coruxo esta temporada. Un punto y cero goles a favor es el balance del equipo vigués. Aitor Aspas (Moaña, 1993) está reviviendo el fútbol después de una temporada atípica marcada por el covid. El primo de Iago Aspas también goza de una zurda que solo trabaja para ayudar al conjunto de O Vao a salir de la última posición de la tabla.

—Llegó al Coruxo la pasada temporada, no pudo empezar a jugar hasta enero y después vino el parón. ¿Cómo llevó estar tanto tiempo sin jugar?

—Me costó arrancar y adaptarme. Fue una situación atípica. En la pretemporada fui poco a poco cogiendo sensaciones, ritmo y ahora me voy sintiendo mejor. A medida que vayan avanzando los partidos seguro que me voy a ir encontrando mejor.

—Con Míchel está siendo más extremo que lateral. ¿Dónde se siente más cómodo?

—En el campo. Desde que volví al Coruxo Míchel me quería de extremo y la verdad es que estoy disponible para lo que necesite el míster. Pero sí es cierto que a mi me gusta más jugar arriba. Toda mi vida fui jugador ofensivo, tanto en un extremo como en el otro. En mi anterior etapa aquí, con Rafa Sáez, había una posición vacante en el lateral por lesiones y el jugador más parecido para esa posición era yo, así que desde entonces ya me quedé ahí.

—Tres jornadas, un punto y cero goles. ¿Hay cierta ansiedad por sumar en la plantilla?

—Ansiedad no sería la palabra. Al haber pocos partidos esta temporada, sí es verdad que necesitamos puntuar. Cada punto es importante y realmente creo que estamos mejor de lo que refleja la clasificación. Merecemos más de lo que muestra. Vamos a Riazor con toda la esperanza de poder ganar, estamos convencidos de nuestro trabajo. Poco a poco seguro que va a ir creciendo el equipo.

—Juegan un fútbol vistoso, combinativo…. Pero no llega el gol ¿No hay fortuna?

—Me preocuparía más si las ocasiones no llegasen. Estamos teniendo ocasiones y creo que tarde o temprano entrarán. Contra el Salamanca, en el minuto 7 nos anularon un gol que no era fuera de juego y que hubiese marcado el partido. Pero son cosas que se dan. Estamos intentando remediarlo y seguro que pronto van a entrar los goles.

—Ahora se enfrentan al Dépor. ¿Les impone?

—Está claro que el Deportivo es un club de renombre que siempre estuvo en las máximas categorías. Lógicamente, tiene jugadores que han jugado a niveles superiores y están ahora mismo ayudando al club. Pero es un club más, estamos de igual a igual. Nosotros vamos a tratar de ir a por ellos.

—También les está costando adaptarse a la competición.

—No es una categoría fácil. Hay mucha igualdad. Mucha competitividad, te dejan jugar menos, controlas un balón y tienes a tres encima. Los campos son más pequeños y todo afecta.

—¿Jugar en Riazor beneficia o perjudica al juego del Coruxo?

—Somos un equipo que nos adaptamos muy bien a todos los campos. Ya demostramos el año pasado que en campos grandes supimos aprovecharlo. Tenemos una plantilla que puede sacar puntos de todos los estadios y competir bien contra todos los equipos de la categoría.

—¿Cuál cree que son las mejores armas del Coruxo frente al Deportivo?

—La unión del equipo. El conjunto. Tenemos las ideas claras. Cada uno sabe lo que tiene que hacer en el campo y de ahí saber aprovecharlo.

—Son seis equipos gallegos en la categoría pero, ¿tiene un aliciente especial enfrentarse al Dépor?

—Es un equipo históricamente superior al resto de los que estamos en la categoría. Ya desde pequeño, cuando estuve en las categorías inferiores del Celta, viví la rivalidad entre ambos. Pero es un equipo al que le deseo lo mejor. Espero que en unos años recupere la categoría. No le tengo rivalidad, le deseo lo mejor, pero a partir de que acabe el partido (se ríe).

Los Aspas, una saga pegada a un balón

El chat familiar de la familia Aspas echa humo estos días. Las bromas y los chascarrillos sobre el eterno rival no dejan de llegar. «Alguno pone que la familia tiene que dejar el apellido bien alto en Riazor», afirma Aitor entre risas. Y es que la saga de O Morrazo no es cualquiera. Su vinculación con el fútbol esparce el apellido por el mundo. A la zurda mágica de Iago se anticipó la diestra de Jonathan. El hermano mayor del delantero del Celta corrió por la banda derecha del conjunto celeste en sus años memorables en Europa, mientras un Iago que apenas alcanzaba el metro y medio trataba de dar toques en A Madroa con los Mostovoi y Karpin de la época. Tras un periplo por Italia y Bélgica y media temporada en el Racing de Ferrol, a sus 38 años, el mayor de los Aspas sigue jugado en el ASD Nibbiano, en la Serie D italiana.

Aitor es un luchador del fútbol. El primo de Jonathan y Iago, sabe bien lo que es pelear por alcanzar la élite. Tras jugar en las categorías inferiores del Celta y llegar hasta el filial, se marchó cedido al Guijuelo. Más tarde fichó por el Coruxo, para después volver al equipo salmantino. De nuevo hizo las maletas para recalar en el fútbol vasco y enrolarse en el Leioa. El Teruel, en Segunda División B, fue el último equipo antes de volver a casa.

Pero la cosa no queda ahí. Urbe, el hermano mayor de Jonathan y Iago lo intentó como portero del Alondras y del Moaña, hasta que se dio cuenta de que lo suyo era otra cosa.

La parte materna, los Juncal, también aportaron lo suyo al mundo del fútbol. Cristóbal, tío de Jonathan y Iago, se retiró el año pasado, con 38 años, tras militar su última temporada en el Arosa en Tercera. Un largo camino que también comenzó en el Celta B pero que repasó buena parte de la geografía futbolística de Segunda y Segunda B. Zamora, Alzira, Lugo, Tenerife, Pontevedra, Gramanet, Coruxo y Barco, fueron algunos de los equipos donde jugó.

Aspas y Juncal, una saga pegada a un balón. Una familia que vive el fútbol de otra manera. Sobremesas cargadas de anécdotas que ahora reviven a través del grupo familiar que mantiene viva la llama de los noventa minutos. Este mediodía los Aspas vivirán un partido especial, con Aitor como representante.