Un serio problema en el motor blanquiazul

x.fernández

DEPORTES

PACO RODRÍGUEZ

La ubicación y los perfiles de Bergantiños, Borges y Nacho entorpecen la transición

25 oct 2020 . Actualizado a las 23:10 h.

«Vaya, pues es la junta de la trócola». A fuerza de repetirse durante un lustro, la publicidad radiofónica de una marca de puritos puso de moda esa poco conocida pieza cuyo arreglo cuesta un riñón. La cuña triunfó siguiendo la exitosa fórmula del humor negro: jugar con el mayor miedo del conductor. Un susto en el taller, donde el valor del coche solo dispara el precio de la reparación. El estropicio del Dépor va a ser duro de aliviar.

De él dio aviso Pablo Antas Pereiro. 30 años recién cumplidos y un buen montón de horas de vuelo en Segunda B. Retornó a la categoría hace unos meses, y se trajo con él al Compostela, transformando en gol el penalti que decidió la fase de promoción. La solera ha templado unas virtudes propicias para la segunda línea ofensiva, que ahora le dan para marcar el ritmo del derbi, varios pasos por delante de la zaga del presunto equipo menor. Durante el primer tiempo, especialmente, nadie frenó al zurdo, ubicado por Yago Iglesias en una región sin dueño blanquiazul. El interior de ese triángulo de las Bermudas desplazado al Vero Boquete, con vértices humanos que encarnan Álex Bergantiños, Celso Borges y Nacho González; el improductivo motor del conjunto coruñés.

Es precisamente esa parcela en la que el recién descendido ha concentrado su mayor esfuerzo económico la más improductiva en este arranque de curso, durante el que lo único rescatable es la aportación del capitán. Álex cumple incrustado entre centrales, auxilia en el arranque, pero le queda demasiado lejos todo lo demás. El siguiente paso en la cadena de transmisión del cuero debería corresponder a Borges y ahí se produce la desconexión fundamental. El tico queda tan lejos de la medular como del área ajena, lastrado además por una falta de punta de velocidad y rodaje reciente que de momento le condena a estar en lugar de aparecer.

El fichaje estrella de este verano, repatriado por amor, ha hecho carrera por rigor táctico, presencia y sentido de la oportunidad. Virtudes difícilmente demostrables en una zona por la que apenas circula el balón. Escorado además a la izquierda, donde, a partir del minuto 20, la falta de carrilero desproveía de coartada a Lara en sus incursiones hacia la frontal. Un atasco en torno a nada, porque el juego no discurrió por allí. Tampoco se aproximó casi nunca a posiciones de remate, desarmadas por la soledad de Beauvue.

Nacho González, perdido también en el primer tiempo, agradeció que lo dejaran solo en la mediapunta cuando el Deportivo apostó al fin por el doble pivote al que Borges podría optar. A eso, o a poco más a estas alturas y con esta propuesta, que no ayuda a que la mejor máquina por piezas imponga su motor.