Ha caído un récord de los grandes

DEPORTES

MAX ROSSI | REUTERS

26 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que la estadística avanzada llegó al mundo del deporte, la palabra récord se ha devaluado bastante. Los de antes eran más de verdad. Indiscutibles, redondos y fáciles de recordar. Indurain ganando cinco Tours consecutivos o Wilt Chamberlain metiendo 100 puntos en un partido.

En la NBA, por ejemplo, ahora hay récords cada noche. Fulanito ha sido el primero en lograr 15 puntos, 10 asistencias y 5 robos como visitante con tres equipos distintos en 10 partidos seguidos con menos de 25 años. El ejemplo es inventado, pero podría colar como real. Hay que estar enfermo para ponerse a comprobar si eso es verdad. No importa lo suficiente como para que compense la inversión de tiempo para contrastarlo. Pero con todo el descaro se les llama récord, como a los de Bolt.

Este fin de semana sí que ha caído uno de los gordos. Personalmente, suelo sentir pena cuando alguien en plenitud de facultades borra del Olimpo de la memoria colectiva a gente que ya está demasiado mayor para defenderse. Pobre Thorpe, Sampras o Bubka.

Hamilton se ha convertido en el piloto con más grandes premios en la historia de la fórmula 1 superando a Schumacher. Por supuesto más que Senna, Prost o Fangio. Es uno de los hechos más relevantes de este 2020 tan perro y, sin embargo, pasa de puntillas. Quiero decir, que todo el mundo sabe que ha pasado, pero no se valora demasiado.

En parte es lógico. Hamilton es buenísimo, pero su coche es el que marca las diferencias. Él y su compañero conducen torpedos y el resto secadores de pelo. Pese a las 200 vueltas al reglamento cada año, la igualdad sigue ausente. Una pena. Hamilton debería salir de la plaza a hombros y apenas se lleva el aplauso del público y un juego del programa.