Adama fue el mejor de una selección que fue de más a menos y convirtió a Bushchan, el cuarto portero de Ucrania, en el héroe de la noche
14 oct 2020 . Actualizado a las 08:47 h.No hizo ni mucho menos un mal partido, pero la falta de gol y un despiste defensivo, con dudas incluidas de David de Gea en la salida, condenaron a España en Kiev, ese templo glorioso en el que la selección firmó quizá el mejor partido de su historia ante Italia en la final de la Eurocopa del 2012. De aquellos héroes que condujo Del Bosque con maestría solo siguen en la selección Ramos, Navas, ambos titulares anoche, y Busquets, que descansó en el tercer partido en una semana. Su ausencia coincidió con la primera derrota de España desde que hace dos años perdiera ante Inglaterra en el Benito Villamarín, también en la Liga de Naciones y con Luis Enrique en el banquillo.
Insistiendo en esa idea de hacer ver a los jugadores que la selección está abierta a todos los que hagan méritos y en variar constantemente, sin renunciar nunca a su filosofía del dominio, el toque rápido y la presión alta, sobre todo tras pérdida, Luis Enrique presentó su decimoquinta alineación diferente en Kiev. Seis cambios realizó Lucho con respecto al último once frente a los helvéticos que afectaron a todas las líneas salvo la portería, donde De Gea se mantiene fijo en los duelos de competición oficial aunque anoche volvió a fallar en el gol por no saber si salir o quedarse. Por primera vez, Adama Traoré, el mejor de la selección, y Ansu Fati, muy flojito, juntos de titulares, lo que representa un soplo de aire fresco y de modernidad en esta España versátil.
Ante esa falta de gol que inquieta a todos, y más tras el poco peligro generado ante los helvéticos en Valdebebas, dos tipos desequilibrantes y explosivos para romper en teoría a los ucranianos, que regalaron el dominio y el balón desde el primer minuto con las únicas misiones de defenderse y, como así fue, tratar de sorprender en alguna contra aislada o acción de estrategia al calor de su público. Tal y como está la situación, que haya 10.000 espectadores espectadores en un campo ya da sensación de ambientazo. El equipo de Shevchenko, con bajas muy destacadas debido al coronavirus y su cuarto portero de titular, a la postre el héroe de la noche, experimentó un punto de inflexión tras ser goleado hace un mes en el Di Stéfano. Se presentó en Madrid después de una notable trayectoria doce partidos sin perder y una brillante fase de clasificación para la Eurocopa, en la que acabó incluso por delante de Portugal, pero tras ser avasallada por una gran España se había venido abajo. Francia le hizo un siete en un amistoso reciente y en su último duelo cayó en casa ante Alemania. Pero reaccionó para vencer por primera vez en siete partidos a una bestia negra.
Dinamismo
Casi todo lo hizo bien La Roja en el primer período menos definir, lo fundamental. Jugó con rapidez, dinamismo y mucho más por el ataque derecho, con Navas y el omnipresente Adama, que por el izquierdo, donde Ansu Fati volvió a estar más tímido de lo habitual. Es normal que un menor de edad acuse cierta irregularidad con tanto partido consecutivo. Puestos a pedir, se echó en falta tabién más protagonismo en ataque de Canales y de Merino. España mascaba bien las jugadas, tiraba de manual para ensanchar lo máximo posible sus ataques, pero en el último pase o en el disparo no acertaba.
La tuvo pronto Rodrigo Moreno pero su testarazo, tras gran centro de Navas, sirvió para que se reivindicase el portero titular del Dinamo de Kiev. Volvió a lucirse poco después en un mano a mano con Ansu Fati, que telegrafió su disparo con el interior. Bushchan voló para desviar un lanzamiento de falta de Sergio Ramos, con más galones que nadie cuando defiende pero también cuando ataca. Por algo suma ya 175 partidos, a uno de Buffon y solo nueve del récord absoluto del egipcio Ahmed Hassan entre 1995 y 2012. Probó también el sevillano con otro tiro lejano, alto, y un cabezazo en el que pidió penalti por una mano involuntaria, de esas que si hubiera VAR nunca se sabe.
Aunque sus incondicionales jaleaban cualquier salida desde la cueva, Ucrania se defendió bastante bien, con sus jugadores muy juntos y atentos, pero no se asomó ante De Gea en ese primer período. El que más sufrió fue Sobol, el lateral zurdo del Brujas que no hallaba la fórmula de parar a Adama. El extremo de origen maliense le desbordaba una y otra vez pero a la hora de poner bien el balón, ya es otra cosa. Se quejaron los de Shevchenko, y con razón, de un derribo de Navas a Zubkov, un buen pelotero del Ferencvaros húngaro que el Barça tendrá como rival en la Champions. Fue leve pero hubo contacto que no apreció suficiente el árbitro polaco.
Se reanudó el choque con Ceballos en lugar de Merino y mucho menos control español porque sus jugadores ya no llegaban tan fácil a la presión. Zubkov dispuso enseguida de una ocasión pintiparada, pero el asistente había señalado un fuera de juego inexistente. El choque estaba peligroso, aunque sobre el papel a España le venía bien que los ucranianos se adelantasen. Era un buen momento para los entrenadores y Luis Enrique fue intervencionista. No le tembló el pulso y retiró de nuevo a Ansu Fati y también a Rodrigo Moreno. Le sentaron bien a España Ferran y Oyarzabal, aunque Adama era el hombre. Lo intentó desde lejos el otro Rodri, pero su zapatazo golpeó en el poste. Otra vez, asedio español y de nuevo Bushchan echo un gigante. Hasta que en un despiste colectivo defensivo, Tsygankov no perdonó. Salir y besar el santo. Por suerte, Alemania no pudo con Suiza. Saludo deportivo entre Luis Enrique y Mauro Tassotti, el italiano que le rompió la nariz en el Mundial del 94 y hoy es segundo de Ucrania.
Ficha técnica
1 - Ucrania: Bushchan, Karavaev, Zabarnyi, Mykolenko, Sobol, Sydorchuk (Kovalenko, min 60), Makarenko, Shaparenko, Yarmolenko, Yaremchuk y Zubkov (Tsygankov, min 65).
0 - España: De Gea, Navas, Ramos, Pau Torres, Reguilón, Rodri, Canales (Dani Olmo, min 73), Merino (Ceballos, min 46), Adama Traoré, Rodrigo Moreno (Oyarzabal, min 58) y Ansu Fati (Ferran, min 58).
Gol: 1-0: min 76: Tsygankov.
Árbitro: Pawel Gil (Polonia).
Incidencias: Cuarta jornada del grupo 4 de la Liga de Naciones. 10.495 espectadores en el Olímpico de Kiev.