Nadie duda de que la Televisión de Galicia tiene que mirar mucho en qué se gasta cada euro de su presupuesto anual. No están los tiempos para despilfarros. Pero no es menos cierto que el fútbol a nivel televisivo es una inversión. Ni una subvención, ni una limosna. Y ahí es donde el Deportivo está en su derecho de defender que es un producto de interés general.
El ente autonómico no quiere establecer un agravio comparativo pagando más al club coruñés por la retransmisión de sus partidos que a los otros representantes gallegos de la categoría. Pero es que aunque le dé más dinero, no lo estaría beneficiando en relación al resto. Solo estaría pagando un precio más justo al que ofrece en la actualidad. Si se analiza la audiencia potencial que pueden tener los partidos del Deportivo y la del resto de gallegos es probable que sumada la de los otros cinco no le alcancen. En cambio, la inversión realizada en el resto multiplica por cinco la que se pretende realizar con el club de Riazor. Decenas de miles de gallegos quieren ver a su equipo en abierto. Eso tiene un precio. Y es superior a 65.000 euros.