La Euroliga resucita casi siete meses después, y lo hace con público

Amador Gómez COLPISA

DEPORTES

Miguel Ángel Polo | EFE

Amenazada de nuevo por la pandemia, se presenta desequilibrada, ya que la presencia o no de aficionados depende de los diferentes gobiernos

30 sep 2020 . Actualizado a las 19:11 h.

Cancelada la pasada temporada de forma definitiva el 25 de mayo por el coronavirus, la Euroliga, cuyos últimos partidos de la campaña 2019-2020 se disputaron el 6 de marzo, resucita casi siete meses después. Y lo hace con público, aunque limitado en los pabellones de los países que han dado vía libre y amenazada de nuevo por la pandemia. La máxima competición continental, retransmitida por DAZN, se inaugura este jueves, bajo riesgo de verse otra vez sacudida por el virus y bastante desequilibrada, ya que la decisión de permitir aficionados o no en las canchas depende de los diferentes gobiernos y en algún caso de los propios clubes.

Mientras que en algunos países los equipos tendrán un apoyo importante desde las gradas, en otros los encuentros se disputarán a puerta cerrada, como seguirá ocurriendo hasta el próximo año en la Liga ACB. Son distintos criterios y velocidades entre el baloncesto español y en el europeo, y también dentro del mismo continente para afrontar el gran torneo continental en el que ningún equipo defenderá título por primera vez en la historia, ya que el pasado curso se clausuró sin campeón.

Siempre a expensas de la evolución de la pandemia, la Euroliga asegura sin embargo disponer de «un plan B, con toda la logística preparada para jugar en una burbuja si fuese preciso», según asegura el presidente de la competición, Jordi Bertomeu, convencido de que «el calendario va a ser un rompecabezas». De momento, la Euroliga 2020-2021, pendiente de los tan temidos positivos, se inaugurará este jueves, con cinco de los nueve partidos de la primera jornada, entre ellos el Barça-CSKA de Moscú y el Valencia-Asvel Villeurbaune, con el Baskonia-Real Madrid para el viernes, con un máximo de 600 espectadores en el Buesa Arena decretado tal límite de aforo por el Gobierno vasco, cuando el club vitoriano pretendía contar con 4.000 seguidores.

También el Valencia tendrá un límite de 400 aficionados en la Fonteta para recibir a uno de los dos equipos que entraron por primera vez en la Euroliga el pasado curso como 'invitado' -el otro fue el Zenit de San Petersburgo-, pero el Barcelona, pese a que la Generalitat permite jugar con público en las competiciones continentales, con restricciones, ha decidido que los azulgranas jueguen a puerta cerrada en el Palau Blaugrana. Contrasentidos que marcarán el torneo, con beneficios deportivos para unos y perjuicios para otros, aparte de económicos, en una competición que como consecuencia de la pandemia vio rebajados la temporada pasada sus ingresos «entre un 20 y un 30%», según lamenta su máximo responsable.

Con la Final Four en la ciudad alemana de Colonia (del 28 al 30 de mayo de 2021), donde estaba previsto que se disputase la de este año tan frustrante, el Real Madrid, el Barcelona, el CSKA y el Anadolu Efes volverán a partir como máximos aspirantes al título. Aunque se quedará sin Facundo Campazzo, rumbo a la NBA, y probablemente también sin Gabriel Deck, el rey de Europa dirigido por Pablo Laso siempre es favorito a la gran corona continental que conquistó por décima y última vez en 2018. El Barça, con el determinante Nikola Mirotic, el refuerzo de Nick Calathes y Sarunas Jasikevicius en el banquillo, tiene mimbres suficientes para optar a un título que no gana desde el 2010. El CSKA, campeón en 2019, dará un salto de calidad con Tornike Shengelia, uno de los grandes fichajes de la temporada en Europa, el serbio Nikola Milutinov y el recuperado Will Clyburn, lesionado toda la campaña anterior. En el caso del Anadolu, era el líder de la temporada regular de la anterior Euroliga, con solo cuatro derrotas en 28 partidos, mientras blancos y azulgranas se despieron con seis partidos perdidos y los rusos del CSKA con nueve, al igual que el Maccabi. También debe entrar en la lista de candidatos el Armani Milán, el que más se ha reforzado, ya que, entre otros, ha fichado a Luigi Datome, el exazulgrana Malcolm Delaney y el exCSKA Kyle Hines.