Alejandro Gómez y su lucha contra el tumor cerebral: «Ahora vivo más al día y cuanto más dure mejor»

La Voz

DEPORTES

Salvador Sas

El exatleta vigués reconoce que el tratamiento de radioterapia que está recibiendo le ha permitido volver a ser independiente

17 sep 2020 . Actualizado a las 12:12 h.

El exatleta Alejandro Gómez vive inmerso en la mayor batalla de su vida. El pasado mes de junio le fue detectado un tumor en el cerebelo que no se puede operar. El Galgo de Zamáns comenzó a perder el equilibrio, percibía cierta inestabilidad por lo que fue al hospital se quedó ingresado. Una vez en casa comenzó a recibir el tratamiento contra el que pelea contra el tumor: «Me hicieron una ecografía y el tumor que medía 4 centímetros ahora mide 2 y se quedó estable. Ahora me van a hacer otra resonancia y verán si sigue igual de quieto». 

Alejandro concedió una entrevista al programa El Transistor de Onda Cero en la que reconoció que, gracias al tratamiento «puedo ser independiente y eso es importante». Además, confía en que una vez lo termine «pueda estar mejor». Aún así, relató que desde un principio los médicos «lo pintaron muy mal. Pasé de estar razonablemente bien a estar muy chungo. Parece que mi forma de pelear estuvo ahí unos días y al final salimos del pequeño agujero». La radioterapia le hizo mejorar pero la situación es dura y no dudó en contarlo. «Si digo que estoy bien anímicamente, miento. Hace quince días estaba pero que ahora, pero la medicación va mejor y entonces me exijo más a nivel gimnasia. Intento hacer mi vida normal». 

A pesar de la mejoría, Alejandro Gómez no se olvidó de la crueldad de la enfermedad que padece. «Al ser conocido haces más campaña por los que no lo son, pero los médicos nos respetan igual. Esta enfermedad es así de cruel».

Quince perros le siguen acompañando en su casa de Zamáns, junto a su familia. Alejandro relató que el motivo de casarse en el hospital con su pareja Paula fue porque «si tenía que marcharme quería dejarle una vida tranquila». De su hijo Diego, de 19 años, afirmó que «no lo está asimilando bien, pero tarde o temprano tendrá que darse cuenta de lo que está viviendo su padre». Vivir al día y no hacer planes es la máxima de Alejandro: «No hago planes. Nunca los hice y nunca los haré. Ahora vivo más al día y cuanto más dure mejor».