Una temporada muy condicionada por la realidad que vivimos

Rubén de la Barrera

DEPORTES

SERGIO PEREZ

09 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Temporada claramente condicionada por la realidad en la que vivimos. La situación actual del Barcelona ayuda más bien poco, no solo por el episodio vivido con Messi, sino por las elecciones en el horizonte, el cambio de entrenador y las posibles salidas y entradas. Necesitará definir hacia dónde quiere ir, condicionado a que a medio plazo haya otro cambio de directiva.

El Real Madrid, por su estabilidad, plantilla y posibilidades considero que es claro favorito para repetir título. Ahora mismo hay gran distancia entre ambos.

Otros como el Sevilla, sobre todo, (porque no está tan lejos de competir ante los más grandes) o el Atlético de Madrid (estará ahí seguro), probablemente tendrán mucho que decir. Al Villarreal ha llegado un grandísimo cuerpo técnico y futbolistas que multiplicarán su rendimiento. Estará cerca de los cuatro primeros. En la Real Sociedad, la llegada de David Silva y alguno más podrá permitirle dar un paso más, a pesar de la marcha de Odegaard. El año pasado obtuvo un justo premio y está cerca de dar el salto de crecimiento.

La pandemia condiciona nuestro día a día, y en la realidad de un equipo de fútbol, evidentemente, es inevitable que no condicione el proceso y la preparación. Los efectos para un gran porcentaje de equipos se manifestarán en competición en forma de bajas. Y más con el tratamiento que se le va a dar. Ojalá no signifique interrupciones, siempre dentro de la seguridad y los protocolos, porque es indudable que lo más importante es la salud. La regularidad en la disputa de los partidos de la forma más natural posible permitirá que los equipos se muestren y puedan ser lo que habitualmente son en condiciones normales.

Las dimensiones del espacio son las mismas con público o sin él, y se siguen enfrentando dos equipos, pero el factor ambiental constituye un elemento fundamental. Si nos apoyamos en las estadísticas, el incremento de puntuación entre los equipos visitantes ha sido significativo y considero que seguirá siendo así. Eso habla a las claras de la importancia que tenía jugar como local arropado por los tuyos. Ese factor fundamental dispara el rendimiento de los equipos y creo que es un elemento a tener en cuenta ir gestionando emocionalmente el vacío que se produce al no disponer de esa sonoridad que un estadio lleno permite.