Un chico de oro de verdad, a la altura de los mitos

alberto blanco

DEPORTES

Ashley Landis

24 ago 2020 . Actualizado a las 20:53 h.

La última exhibición de Luka Doncic en los play-off de la NBA ha sido una actuación similar a la de aquellos mitos creados a lo largo de los años, tipo Michael Jordan, Charles Barkley u Oscar Robertson. Este chico esloveno va a destrozar todo lo habido y por haber al otro lado del charco.

Hace el más difícil todavía. Estaban los Mavericks en ciertos apuros. 1-2 a favor de los Clippers y durante gran parte del partido a remolque. Una prórroga fue necesaria para equilibrar este duelo de cuartos de final. Y un tiro estratosférico de Luka desde 8 metros para romper en favor de Dallas. El clutch time, que se dice.

El repertorio de canastas de Doncic es excepcional. Maneja el tempo del juego en bloqueo directo como nadie. Usa su habilidad para subir el balón y finalizar en llegada con soberbia. Jamás pierde el pulso cuando encara el hombre grande en el cambio final del pick and roll. Es un libro de estilo en esas finalizaciones.

Pero, además, el esloveno tira de un repertorio inigualable: Paso atrás, uso apropiado del cuerpo protegiendo el balón, derecha e izquierda, euro step, tranquilidad absoluta en el momento de definir... Son muchas de las armas de Doncic en esos segundos determinantes.

Contra los Clippers, logró incluir en el reparto dos elementos cruciales. Tiro de 3 puntos desde enorme distancia cuando le dejaban espacio para tirar y su brillante catálogo de pases al hombre abierto. Sumó 13 asistencias. El triple doble alcanzado con esos brutales 17 rebotes da una idea de la actuación que hemos podido ver. Será un récord muy difícil de batir por alguien con tan solo 21 años en la NBA.

Remarcan su apetitosa actuación dos aspectos a añadir. Por una parte la ausencia del letón Porzingis, lo cual da más mérito a ponerse al frente del carro de los Mavs. Y que sus facultades físicas estaban limitadas por la lesión en el anterior partido de los cruces. Apabullante. Este sí es un chico de oro de los de verdad. Para sacarse el sombrero.