Pese a la incertidumbre, a que ambos tienen varias ofertas, y al vasco lo tientan en Primera, el club coruñés jugará la baza de la implicación y el peso en el plantel
24 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Ni tamaño del plantel, ni fondos disponibles, ni siquiera categoría y objetivos para los que abastecerse. La dirección deportiva blanquiazul apenas maneja certezas en su diseño del próximo proyecto. Si acaso, prioridades. Hay dos muy claras en cuanto a futbolistas a retener. Después de unos últimos meses especialmente convulsos, como colofón (todavía no consumado) a una durísima campaña, el Dépor pretende ampliar el vínculo de quienes mejor sabor de boca dejaron. Y en ese lote se incluyen Ager Aketxe y Borja Valle, aunque el protagonismo de ambos haya tenido poco que ver. El vasco se convirtió en referente sobre el césped, guiando al equipo en sus mejores minutos de fútbol; el berciano, que ganó peso como centrocampista, completó el paso al frente en el campo con otro dado en su condición de capitán.
Tanto Aketxe como Valle conocen ya la intención del club coruñés y ambos se han mostrado receptivos pese a la delicada situación de la entidad. Sin embargo, la dilación en la toma de decisiones en el caso Fuenlabrada complica mucho cualquier paso ya que los equipos están iniciando sus pretemporadas y a los futbolistas apenas les queda margen para resolver su futuro e incorporarse a ella.
«Hemos hablado con el club y siempre ha estado dispuesto a que continúe. Ellos lo han hecho todo muy bien y ahora será elegir», resaltaba el de Ponferrada en su reciente entrevista en La Voz. Aunque al jugador le une una gran amistad con Carmelo del Pozo, despedido hace solo unos meses, fue Richard Barral quien lo incorporó; la relación es buena y Fernando Vázquez dejó claro en varias ocasiones antes de que finalizara el curso que le gustaría poder retener a Valle en el plantel. Más, tras haber probado con éxito su reconversión en centrocampista, facilitándole los minutos que se le negaron en su plaza natural.
«Con la mano en el corazón lo digo: este, el Deportivo, es mi club y mi casa. No sé lo que va a suceder», señalaba el berciano antes de un remate poco esperanzador: «Mi sensación cuando me cambian por Keko es que estaba dando los últimos pasos en Riazor. Por un lado, sí está la sensación de que el recorrido se tiene que acabar y... Bueno, pues que va a ser ahora». El final de su contrato ha atraído diversas propuestas de conjuntos de Segunda, pero el cariño brindado por la hinchada, incrementado tras el posicionamiento público del jugador en defensa de los intereses blanquiazules, está teniendo peso en la decisión.
También en el caso de Aketxe, erigido en ídolo a golpe de grandes acciones en el campo, aunque aquí los rivales a batir son de mayor entidad. Al bilbaíno lo pretende incluso el Cádiz para su aventura en la máxima categoría. En el Carranza conocen de primera mano su talento y pretenden brindarle una segunda etapa de amarillo. Ahí, la baza coruñesa reside en la estabilidad, algo que el futbolista valora tras varios cursos mudando de equipo y de ciudad.
Con 26 años, está en un momento clave de su carrera y en el Dépor se le ofrece la posibilidad de liderar el próximo proyecto, en caso de continuidad en Segunda, con un compromiso por varias campañas en un conjunto en el que el entrenador ya le otorgó la condición de imprescindible.
La opción Borges sigue viva
Las irregularidades cometidas en el desenlace de la competición y el interés ajeno en demorar al máximo las resoluciones administrativas están lastrando la planificación y afectando también a otras operaciones como la de Celso Borges. El tico, que ha abandonado el Goztepe turco, vio frustrado a última hora su deseo de retornar a Riazor en el pasado mercado de invierno. Ahora vuelve a darse la ocasión.
