Un año para despejar los nubarrones que amenazan los Juegos de Tokio

Richard Carter COLPISA

DEPORTES

FRANCK ROBICHON | efe

El histórico aplazamiento de la cita olímpica supone una larga lista de desafíos y cuestiones por resolver para la organización sobre costes, patrocinios y seguridad

22 jul 2020 . Actualizado a las 16:06 h.

El histórico aplazamiento de los Juegos de Tokio 2020 debido al coronavirus supone una larga lista de desafíos y cuestiones por resolver para la organización sobre costes, patrocinios y seguridad. A un año de la gran cita (23 de julio-8 de agosto de 2021) muchas de estas preguntas sin responder están provocando que los habitantes de la capital japonesa empiecen a dudar sobre la idea de recibir el evento olímpico durante la pandemia. Serán «más sencillos», según la consigna que utilizan los dirigentes del movimiento olímpico. De una forma más lírica, Yoshiro Mori, presidente del comité organizador, señaló que los Juegos «normalmente son grandilocuentes y esplendorosos», pero «¿en el momento de la lucha contra la Covid-19 serían aceptados?».

Con cientos de miles de muertos y millones de personas perdiendo sus trabajos alrededor del mundo, en la mayor crisis económica desde la Gran Depresión, organización y dirigentes se esfuerzan por rebajar la grandeza y el esplendor. «Estamos buscando, junto con nuestros socios japoneses, maneras de simplificar su organización, cómo podemos reducir su complejidad y reducir costes», señaló el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, a la AFP el mes pasado. Quedan por saber los detalles de este plan. Tokio 2020 señaló que hay 200 posibles medidas para rebajar costes, pero se ha negado a ofrecer ejemplos. Entre las posibles propuestas, rebajar el número de espectadores y participantes en las ceremonias de inauguración y clausura.

Costes adicionales Según el último presupuesto, los Juegos costarían 12.600 millones de dólares, compartidos entre el comité de organización, el gobierno japonés y la ciudad de Tokio. Pero el aplazamiento supone una larga lista de nuevos costes, desde reservar de nuevo sedes y transportes hasta prolongar durante un año la vinculación del numeroso personal del comité de organización. El COI ya ha aportado 800 millones de dólares adicionales para ayudar a la organización y a las federaciones internacionales a sobrellevar el aplazamiento.

Los dirigentes de Tokio 2020 no han entrado a comentar las cantidades de costes adicionales, argumentando que necesitan finalizar la reorganización antes de hablar de facturas. Casi cada aspecto de los Juegos, que necesitan siete años de preparación, necesita ser revisado e incluso comenzar de nuevo. Aquí surgen dos de los principales inconvenientes: patrocinios y sedes.

Cuando queda un año para la celebración, la organización señaló que asegura el 100% de las sedes, prácticamente sin cambios en calendario de competiciones. Un problema importante es la Villa Olímpica, con muchos de los apartamentos destinados a los deportistas ya vendidos como pisos de lujo en la bahía de Tokio. El aplazamiento y la incertidumbre también están alterando a los patrocinadores, con dudas sobre los 3.300 millones de dólares previstos en este apartado, más de la mitad de los ingresos de los Juegos. Una encuesta de la cadena NHK señaló que el 65% de los patrocinadores no ha decidido todavía si va a extender su compromiso económico un año.

Riesgo de anulación

Los principales dirigentes, además del primer ministro japonés, Shinzo Abe, coinciden en que un segundo aplazamiento sería virtualmente imposible y que, si no se celebran en el 2021, los Juegos se anularían definitivamente. «Para ser honesto, no creo que los Juegos se celebren el próximo año», señaló Kentaro Iwata, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad de Kobe. «Japón debe ser capaz de controlar la enfermedad el próximo año, ojalá pueda, pero no creo que ocurra en todos los puntos de la Tierra, por lo que soy pesimista», añadió.

La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, señaló a la AFP en una reciente entrevista que hará un esfuerzo del «120%» para que sean seguros, pero no será una tarea fácil. La organización ha prometido analizar la situación del coronavirus «desde el próximo otoño» y John Coates, dirigente del COI encargado de trabajar con el equipo de Tokio 2020, reconoció la magnitud del desafío. «¿Hacemos cuarentena en la Villa Olímpica? ¿Todos los deportistas tienen que hacer la cuarentena? ¿Y las restricciones para los espectadores en las sedes?», dijo. «Tenemos problemas importantes con deportistas de 206 diferentes naciones», añadió Coates. «Es un montón de gente», concluyó.

El desarrollo de una vacuna será clave para la disputa Tokio

El desarrollo de una vacuna o de un tratamiento contra el coronavirus será un elemento fundamental para permitir a los Juegos del 2020, aplazados un año, poder comenzar el 23 de julio del 2021, declaró este miércoles el presidente del comité de organización, Yoshiro Mori. «El primer punto será que una vacuna o un medicamento sea desarrollado», señaló Mori en una entrevista al grupo audiovisual japonés NHK. «Si la situación continúa como está en este momento, no podremos (organizar los Juegos)», añadió el responsable, que no se atreve a vaticinar lo peor. «No puedo imaginar que la situación de este año pueda continuar el año que viene», añadió.

Mori rechaza unos Juegos a puerta cerrada o con un número reducido de espectadores. «Si esa fuera la única alternativa, deberemos reflexionar (sobre mantenimiento de los Juegos)», afirma el patrón del comité organizador, añadiendo que «si eso se produce, podríamos plantearnos su anulación».