Rahm alcanza la cumbre del golf en el santuario de Nicklaus

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Aaron Doster

El español gana el Memorial, en la casa del gran mito del golf, y su regularidad le aúpa al número uno del ránking después de cuatro años como profesional

20 jul 2020 . Actualizado a las 19:41 h.

Desde hace semanas, Jon Rahm tenía a tiro el número uno del mundo. Y que el cortejo al primer puesto del ránking pasase desapercibido resulta la prueba de la jerarquía del jugador español. La progresión de Bryson DeChambeau, cabalgando sobre una pegada potenciada durante el confinamiento con métodos científicos y el regreso de Tiger Woods en su primera competición en casi cinco meses animaron la víspera de la vuelta del golf a la casa de Jack Nicklaus. En el Memorial Tournament, en el Muirfield Village de Dublin (Ohio) tocó el cielo Rahm, a sus 25 años. Todavía sin un grand slam en su palmarés, una ausencia que solo el tiempo debería paliar, ha hecho de la regularidad su principal aval. En apenas cuatro temporadas como profesional luce otros cuatro títulos del PGA Tour, seis del circuito europeo y una Ryder. El último cayó ayer para redondear su llegada a la cumbre.

Ambicioso y temperamental, Rahm ha conseguido domar a la bestia competitiva que lleva dentro, al jugador airado cuando los golpes no terminan donde había imaginado. Y aunque esos arrebatos de rabia permanecen, ya no afean como antes sus tarjetas. El Memorial, disputado bajo unas condiciones durísimas por la preparación del campo, representa ese nuevo temple. Un reto que motivó al campeón español desde la jornada del jueves: «Los días duros de viento, lluvia o con campos preparados de manera exigente los prefiero porque me ayudan a estar más concentrado, a tener el objetivo más definido. Me siento más cómodo. Por suerte hoy estuve muy bien desde el tee y eso hace las cosas mucho más fáciles».

A lomos de una soberbia regularidad, Rahm llegó al desenlace con cuatro golpes de ventaja sobre Ryan Palmer y Tony Finau. Una barbaridad para la versión más fiable del jugador español.

Y en un cierre con el campo otra vez muy duro, de greenes firmes y viento intenso, el mayor sobresalto se lo pegó la tormenta eléctrica que detuvo el juego cuando la bola de Rahm descansaba en el centro de la calle 5. Entonces cambió el campo, pero hasta el final del recorrido, Rahm manejó la situación para ganar el título y auparse al número uno.

Más de 30 años después, asume un relevo simbólico de Seve Ballesteros

Rahm se convierte en el vigésimo cuarto jugador que alcanza la cima del ráking mundial, de los que solo diez son europeos. Pero, sobre todo, toma un relevo simbólico que muchos han invocado en vano. Sucede al gran mito del golf español, Seve Ballesteros, que disfrutó la última de sus 61 semanas al frente de la clasificación un 19 de agosto de 1989.

Creado en 1986, el ránking mundial tuvo en Bernhard Langer a su primer líder, pero vivió durante sus tres primeros años un pulso entre Greg Norman y Ballesteros. El Gran Tiburón blanco estiró su reinado hasta las 331 semanas entre diferentes etapas, que cerró en 1997. Luego, la era Woods arrasó también con ese registro, cuando Tiger alcanzó en el 2013 las 683 semanas.

La inestabilidad marca el presente. En los últimos dos años el liderato del ránking cambió hasta 15 veces de manos.