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El jugador del Lugo se marchó a Camerún en marzo para cuidar a su madre enferma, para nada se podía imaginar que le iba a costar tanto volver
14 jun 2020 . Actualizado a las 21:15 h.Cuando Serge Leuko se marchó a Camerún en marzo para cuidar a su madre enferma, para nada se podía imaginar que le iba a costar tanto volver. Su viaje hasta Duala, hacia África central, se convirtió en odisea al coincidir con el estallido de la pandemia. Se cerraron las fronteras y Leuko quedó atrapado. El propio presidente Tino Saqués reconoció que el jugador estaba haciendo todo lo posible para volver, pero la burocracia se hizo eterna. La pasada semana se reactivó todo. El gobierno francés abrió un corredor aéreo con algunas de sus antiguas colonias y esa fue la oportunidad para el jugador del Lugo.
En el primer avión, fletado por la embajada de Francia, lo dejaron en tierra a última hora porque dieron prioridad a los ciudadanos franceses. El segundo pudo pillarlo, pero en París se volvió a quedar atrapado. «¿Nos dejará el aeropuerto de París durmiendo en el Charles De Gaulle como animales? ¿Sin agua, sin cama y sin nada que echarse a la boca?¿ En serio? ¿Después de seis horas de vuelo?», se preguntaba. Y así fue. Hizo noche allí y a la mañana siguiente voló hasta Madrid, desde donde emprendió regreso en coche. Ayer, volvió a entrenarse.