Dos hermanas, Irene y Rosa Vilaboa, pioneras en dirigir en la élite del balonmano masculino

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

JOSE MANUEL FERREIRO

Entrenarán al Teucro después de que el club confirmase la llegada de Irene, que estará acompañada de su gemela en el banquillo

03 jun 2020 . Actualizado a las 21:12 h.

Dos hermanas, entrenadoras y gemelas capitanearán un equipo masculino en la élite del balonmano nacional, dirigirán al Teucro en la División de Honor Plata por primera vez en sus 75 años de historia y se convertirán en las únicas mujeres responsables de un banquillo a este nivel. Ni Asobal, ni Plata cuentan con ninguna mujer haciendo las labores de técnico. Irene Vilaboa, con una larga trayectoria en esta disciplina, tomará las riendas del equipo tras la salida de Luis Montes después de un final de liga atípico. Y en el banquillo, si nada cambia en las próximas semanas, estará Rosa Vilaboa, como segunda entrenadora después de un año en el club.

Estas dos hermanas vuelven a unir sus caminos después de coincidir en el Atlético Guardés femenino y en el Bueu, pero además Irene dirigió al Xiria de Carballo o al Porriño, aunque fue en Bueu donde pasó su temporada más larga. Acostumbrada a dirigir a hombres, lo hará ahora en la élite nacional.

Hace un año, cuando Rosa fichó por el equipo pontevedrés tras nueve años junto a su hermana en el Bueu, quería huir del revuelo que suponía que una mujer llegase tan alto en la categoría masculina. En una entrevista a La Voz de Galicia reconocía que asumía esta faceta como algo «normal» y restaba importancia al género. Y es que no la tiene, pero sí que lo es que en un país con un equipo femenino entre los mejores del mundo, no haya apenas mujeres dirigiendo equipos. En declaraciones a este periódico, Rosa reconocía que en estos 24 años de carrera tanto ella como su hermana entrenaron a hombres y mujeres, pero «cuanto más pequeños son los jugadores es posible que haya más mujeres». Este salto de las hermanas se une al que otras mujeres han ido dando ya en otras disciplinas, como Pilar Costa, que fue segunda de O Parrulo.

Las hermanas tiene por delante el reto de devolver la ilusión al Teucro después de un año duro.