Zidane recupera sus puñales

Oscar Bellot COLPISA

DEPORTES

EFE

El regreso de Hazard y Asensio permitirá al marsellés disponer para el reinicio de la Liga del tridente que diseñó en pretemporada

31 may 2020 . Actualizado a las 17:59 h.

Zinedine Zidane dispondrá para el reinicio de la Liga del tridente que debía liderar al Real Madrid esta temporada. Eden Hazard y Marco Asensio retornaron a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Valdebebas el 11 de mayo, día en que volvieron a ejercitarse los integrantes de la plantilla blanca tras dos meses confinados por la pandemia del coronavirus. Las sesiones efectuadas desde entonces han servido para constatar el buen estado del belga y el balear, recuperados de sus respectivas lesiones. Su regreso es la mejor noticia posible para el marsellés, que al fin podrá juntarles con Karim Benzema para configurar la delantera que había diseñado en pretemporada y que apenas ha compartido 45 minutos sobre el verde.

Fue en la primera parte del encuentro ante el Bayern de Múnich que abrió el pasado 21 de julio en el NRG Stadium de Houston la participación de los blancos en la International Champions Cup cuando Zidane auspició la puesta de largo de un frente ofensivo que debía elevar los pobres registros goleadores que condenaron al conjunto de Chamartín el curso anterior. El once que saltó aquel día al rectángulo era el de gala, con la salvedad de la inclusión de Isco por Casemiro, quien apuraba sus vacaciones tras conquistar la Copa América con Brasil. Tras el descanso hubo relevo masivo y Asensio, Benzema y Hazard contemplaron desde el banquillo cómo su equipo sucumbía por 3-1.

Tres días después el mallorquín, que había entrado al inicio de la segunda parte y marcado el a la postre definitivo 2-2 frente al Arsenal, efectuaba un mal movimiento en una pugna con Aubameyang que le hizo salir en camilla y llorando del FedExField de Landover (Maryland, EE UU). Las pruebas confirmaron un diagnóstico terrible: rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de su rodilla izquierda. Adiós a casi toda la campaña.

Afán reivindicativo

Fue un golpe demoledor para un futbolista que se había preparado al máximo. La marcha de Cristiano Ronaldo y sus destacadas actuaciones desde que aterrizase en el Santiago Bernabéu en 2016 le traspasaron una presión desmesurada. «Yo no tengo que tirar del carro en el Madrid, hay jugadores más experimentados que deben hacerlo», dijo en unas sonadas declaraciones que echaron sal en la herida de una afición iracunda con la mala dinámica del equipo. Acabó el curso 2018-2019 con seis goles en 43 partidos, muy por debajo de las expectativas.

Llegó a la pretemporada con afán reivindicativo. La vuelta en marzo de Zidane, con quien vivió sus mejores días, le había cambiado el semblante. El preparador le reservaba la banda derecha. Asensio tenía otro aliciente: la Eurocopa prevista entre el 12 de junio y el 12 de julio de este año, aplazada finalmente al verano siguiente por la pandemia. Era un fijo para Luis Enrique.

Todo se truncó en Maryland. Paso por el quirófano, meses de recuperación y, con suerte, unos pocos partidos para evitar la campaña en blanco. Pero el parón de las competiciones por la Covid-19 le permitió ganar tiempo. «La rodilla está respondiendo bien y la verdad que físicamente me encuentro muy bien», dijo el miércoles en declaraciones a la televisión del club. «La espera ha merecido la pena», agregó tras rememorar su calvario. Será un refuerzo de lujo para el tramo decisivo por su calidad, verticalidad, frescura y versatilidad, aunque el largo periodo de inactividad pesará.

Si alivió ver a Asensio entrenando con normalidad en el regreso del Real Madrid al trabajo, no menos sorprendió ver a Hazard tocando balón y luciendo una silueta que habla bien de la disciplina que mantuvo el crack de La Louvière mientras se recuperaba en casa tras la operación a la que se sometió el 5 de marzo en Dallas por la fisura del peroné distal de la pierna derecha que le hizo retirarse cojeando del partido ante el Levante de la vigésimo quinta jornada de Liga. El '7' debía ser el buque insignia para esta temporada. Pero los problemas físicos le han impedido por ahora ocupar el trono que dejara vacante Cristiano Ronaldo. Llegó pasado de peso a la pretemporada, se perdió los primeros partidos de Liga por una lesión en el recto anterior del muslo izquierdo y cuando empezaba a coger velocidad de crucero, una entrada de su compatriota Thomas Meunier en el choque ante el PSG de la fase de grupos de la Champions disputado en el Bernabéu le devolvió a la enfermería. Ochenta y un días fuera del equipo hasta que el 16 de febrero Zidane le colocó como titular ante el Celta. Estuvo muy participativo y provocó el penalti transformado por Sergio Ramos que significó el 2-1 en un envite que terminaría empatando el cuadro gallego. Volvió a partir de inicio contra el Levante en la siguiente jornada, pero una acción fortuita le hizo retirarse en el minuto 67 y le mandó al quirófano.

Hazard hubiese llegado justo para los últimos encuentros de Liga. Como en el caso de Asensio, el coronavirus le dio más margen. Ahora Zidane contará con los puñales con que esperaba sajar rivales. Su aportación podría ser determinante para engrosar o no las vitrinas del Real Madrid.