El golf regresa en Florida

DEPORTES

PARK JUN-SEOK / KLPGA HANDOUT

Un espectáculo solidario por parejas, de un solo día, a puerta cerada y con cobertura televisiva, anticipa el regreso del PGA Tour

16 may 2020 . Actualizado a las 23:14 h.

El golf masculino televisado regresa este domingo (Movistar Golf, 20 horas) en el Seminole Golf Club de Florida, uno de los estados donde el deporte va asomando tímidamente pese a la pandemia. Un evento solidario de un solo día, celebrado a puerta cerrada, con solo cuatro jugadores y marcada vocación televisiva representa el anticipo del regreso del PGA Tour para el próximo mes. El TaylorMade Driving Relief enfrentará por parejas a Rory McIlroy y Dustin Johnson contra Rickie Fowler y Matthew Wolf. Los dos primeros recaudarán fondos para la Fundación de Enfermeras Norteamericanas y los otros dos para el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Están en juego tres millones de dólares (2,78 millones de euros), en un evento que se dirime en un formato poco frecuente. El sistema skins dota a cada hoyo de una cantidad de dinero para el ganador, y si hay empate, la cantidad se va acumulando. Además, Farmers Insurance, que apuesta por el golf desde hace décadas, aporta otro millón de dólares que se distribuirá según los birdies y eagles conseguidos, y que irán destinados a Off the Plate, que ayuda a trabajadores implicados en la lucha contra el covid-19.

Sin público, la cobertura televisiva es la que sostiene el evento y su valor resulta eminentemente simbólico después de dos meses sin torneos de golf por el efecto de la pandemia en todo el mundo.

«Estamos entusiasmados con el regreso seguro y responsable del golf en directo y con la oportunidad de recaudar fondos para aquellos en la primera línea de la pandemia covid-19 a través del evento TaylorMade Driving Relief, con cuatro de las principales estrellas del PGA Tour como son Rory, Rickie, Dustin y Matthew, del Equipo TaylorMade, participando y logrando que se consigan, además, donaciones caritativas, y Farmers Insurance brindando un bono adicional. Los aficionados al golf de todo el mundo pueden esperar un evento único, interactivo y entretenido que ayudará a los necesitados», sacó pecho en la presentación el comisionado de PGA Tour, Jay Monahan.

El protocolo: test y los cadis no tocarán los palos

El PGA Tour planea volver el próximo 11 de junio. Los españoles habituales del circuito americano, Rafa Cabrera, Sergio García y Jon Rahm, que cumplieron con el confinamiento en Estados Unidos, serán tres de los 156 jugadores del Charles Schwab Challenge. Nunca antes el campeonato de Forth Worth (Texas) había cobrado semejante expectación. Pues marcará el día 1 del golf postcovid y tuvo que aumentar la admisión respecto a los 120 jugadores que inicialmente preveía recibir. Tal es el ansia de competir en el golf profesional estadounidense. Incluso en la burbuja que se prepara para tratar de aislar el circuito de un posible contagio. Por su propia naturaleza, al celebrarse sin contacto y en espacios amplios en plena naturaleza, el golf pretende abrir un camino. No se juega en el PGA Tour desde el 12 de marzo, cuando se suspendió The Players, el quinto grande, después de la primera jornada, y cuando algunos jugadores ya dormían en sus hoteles.

Noventa días después, el circuito más importante del mundo regresa. Y el PGA Tour ya anunció un estricto protocolo para poner en marcha la maquinaria económica y publicitaria que respalda los torneos. El peso de la industria del golf en la economía de Estados Unidos no es anecdótico. Por eso, entre las voces que el presidente Donald Trump escuchó para valorar el impacto del parón por el coronavirus y estudiar medidas para el regreso del deporte figuró la del comisionado del circuito, Jay Monahan.

En un documento de 37 páginas, el PGA Tour detalla el protocolo para reiniciar el circuito, un conjunto de normas que recibió el visto bueno de los profesionales para los próximos cuatro torneos. Serán campeonatos a puerta cerrada. Los cadis y los entrenadores o intérpretes serán los únicos acompañantes de los jugadores. Se prohíben los apretones de manos habituales al inicio y el final de la partida.

En cada torneo, jugadores y acompañantes, hasta un total de unas 400 personas, se someterán a las pruebas previas para comprobar que no están infectados.

Los jugadores guardarán la distancia de seguridad entre sí y con sus cadis. Estos no podrán tocar los palos, que cogerá y guardará en su bolsa el propio golfista, al contrario de lo que hacía hasta ahora, cuando su ayudante y consejero los limpiaba y servía en cada uno de los 70 golpes por ronda. Sí se mantienen funciones de los cadis como atender la bandera (levantarla cuando sea preciso y colocarla de nuevo) y rastrillar los búnkers. En todo caso, el material que se toque será desinfectado a continuación por el personal del torneo.

La organización de cada torneo fijará hoteles donde quedarán concentrados todos los jugadores. Y también se establecerán vuelos chárter para centralizar el desplazamiento de los participantes de un campeonato a otro. No se concederán entrevistas individuales, pero sí se articulará una cierta presencia de periodistas en los campos.

En Europa no habrá golf, como mínimo, hasta el 30 de julio, con el British Masters de Newcastle. Las restricciones de entrada en los diferentes estados, o el requisito de guardar cuarentenas, añade otra incertidumbre al regreso del golf en el Viejo Continente. Por eso sobre la mesa se estudia concentrar torneos en un mismo país durante varias semanas, como una posibilidad de salvar algunos torneos. Esa opción hasta haría viable una cuarentena previa de los jugadores al acceder al estado, si no se habilitan permisos especiales.

Ellas fueron por delante en Corea

El primer gran circuito de golf regresó el jueves. El KLPGA Championship se puso en marcha en Yangju, justo al norte de Seúl, en Corea del Sur. Fue la primera ronda de uno de los grandes calendarios internacionales, en los que no había golf desde que el 14 de marzo se celebró última jornada del Investec SA Women’s Open del Ladies European Tour. En la imagen, Park Chae-yoon (a la derecha) y Lee Jeong-eun se saludan con el codo. Algunas jugadoras compitieron con mascarilla.