Toni Dovale y Senel daban sus primeros pasos profesionales tras salir de la cantera de Celta y Deportivo cuando les tocó jugar a puerta cerrada. «Se notan mucho más tanto tus sensaciones como la de los rivales y lo vives más como un entrenamiento que como un partido», explica Toni, que jugó 31 minutos ante el Cartagena sin público en las gradas en el 2012. «Entrenando sí que simulamos ese tipo de situaciones muchas veces. Pero a nivel mental no tienes la sensación de que estás jugando un partido de Liga», recuerda el coruñés.
Senel, por su parte, fue uno de los 18 protagonistas de aquellos cuartos de final de la Copa resueltos a puerta cerrada en Mestalla en el 2006 por culpa de un monedazo a Megía Davila. «Cuando el partido empezó, yo estaba viendo el partido con unos amigos», explica. Le tocaría viajar a Valencia para la reanudación. Jugó once de los 46 minutos que restaban. No recuerda el delantero, ya alejado del fútbol, un plan especial de Caparrós. Asegura que bastante tenía con tratar de dosificar a una plantilla que, por aquel entonces, sufría por las apreturas del calendario.