El Barça pide recortes y desvía la atención con el carísimo fichaje de Neymar en plena guerra en la directiva

P. Ríos COLPISA

DEPORTES

MANUEL BLONDEAU / AOP PRESS / DP / AFP

En plena crisis interna por los líos de la directiva y en una situación económica complicada como demuestra el ERTE, sigue aspirando a fichar a Neymar y Lautaro

09 abr 2020 . Actualizado a las 13:53 h.

Lautaro Martínez costará 111 millones de euros durante dos quincenas de julio en las que la cláusula de rescisión del delantero centro argentino de 22 años del Inter se vuelve más accesible, por decir algo. Dicen en Francia que el PSG sí estará dispuesto este verano a vender a Neymar a sus 28 años por unos 150 millones tras haberlo comprado por 222 en agosto del 2017. Ya está harto de la indisciplina del extremo brasileño.

Son los dos objetivos para la próxima temporada del FC Barcelona, que deberá tener preparados 250 millones de euros más unos 20 para pagar las altas fichas que tendrían los dos jugadores (siete el argentino y no menos de trece el brasileño), sin contar comisiones de intermediarios y sujetos habituales en todas las operaciones. El doble interés no es un secreto. Se publica a diario y el club azulgrana lo alimenta en privado, a veces también en público en el caso de Neymar. Sin embargo, la situación económica de la entidad es tan preocupante que fue el primer club de la Liga en proponer un ERTE a sus jugadores cuando la competición se detuvo para evitar la propagación del coronavirus. Algo no encaja. Especialmente en una entidad que celebra elecciones en el 2021 y que ha detenido las millonarias obras del Espai Barça y de la remodelación del Camp Nou a la espera de que todo se normalice. No saldrá barata la interrupción. Por no hablar de la guerra interna que vive el club, con directivos invitados a dimitir y el precandidato Víctor Font esperando acontecimientos con Xavi Hernández como futuro entrenador. Quizás haya que preguntgarle ya a él por el nombre de los fichajes y no a Quique Setién.

No sería la primera vez que Josep Maria Bartomeu, cada vez más desquiciado en la presidencia del Barça, manda a sus subordinados a negociar con las manos casi vacías. Suele ocurrir cuando le interesa fingir una fuerza que el club ya no tiene. Esta vez tendrá que ser así de forma obligada, aunque sí intentará poner en la mesa monedas virtuales de cambio: jugadores.

Messi, esperar o marcharse

Al Inter intentará convencerle con una oferta de unos 70 u 80 millones, si es que logra reunirlos, más el traspaso de un jugador como Arturo Vidal, muy valorado en la Serie A. La seducción al PSG para intentar pagar la menor cantidad posible debe ser con un trueque con jugadores franceses como Umtiti, Dembélé o Todibo, aunque el brasileño Coutinho, ahora cedido a un Bayern que no se lo quedará, puede ser la llave. Bartomeu espera que la crisis económica global provocada por la pandemia del coronavirus acabe con las operaciones económicas de más de 100 millones de euros. Cree que ha llegado el momento del intercambio de jugadores, aunque para ello también cuenta la opinión de los protagonistas y eso nunca se sabe qué dirección puede tomar. En cualquier caso, las pretensiones deportivas en el próximo mercado de verano del Barça y su realidad económica chocan demasiado como para no sorprenderse. Lautaro Martínez y Neymar pueden ser sueños imposibles. Y eso sí que podría enfadar a Messi, que quiere un equipo de nivel para competir por todos los títulos. Quizás tenga que seguir esperando. O marcharse. Sería la sentencia para Bartomeu ya en el 2020 sin necesidad de agotar su mandato en el 2021.