El encierro pone a los ciclistas de élite a competir con los aficionados

L. Balado

DEPORTES

Plataformas como Zwift unen en Internet a estrellas del pelotón que buscan entrenar con usuarios anónimos

29 mar 2020 . Actualizado a las 20:08 h.

Confinado en sus casas, el pelotón ciclista internacional sigue rodando. Y a su rueda se han sumado centenares de ciclistas aficionados que estos días tienen la oportunidad de medir sus piernas con todos esos profesionales que a estas alturas deberían estar descansando tras la Milán-San Remo, disputando la Volta a Catalunya o preparándose para cualquier otra cita clásica del calendario. Pero no, están en sus casas pedaleando en sus rodillos y tratando de buscar en los simuladores lo más parecido a algo que les recuerde al asfalto y al viento en la cara.

A Carlos Canal, corredor del Burgos-BH, el estado de emergencia le mantiene en su casa de Xinzo de Limia en una temporada que debía ser la de su debut como profesional y en plena adaptación del ciclocrós al ciclismo en ruta. «Es una pena, veíamos que nos estábamos adaptando bien y en el equipo estaban contentos con el nivel. Nos guardamos muchas balas de la temporada de ciclocrós para poder afrontar la temporada en carretera con garantías y estaba demostrando que mi nivel era muy bueno, que podía estar compitiendo muy decentemente en mi primer año como profesional. Moralmente, es un golpe muy fuerte. Intentamos llevarlo con filosofía», explica Carlos, que apenas ha podido disputar un par de carreras clásicas en Francia hasta el parón.

Para conservar la forma se mete horas y horas de rodillo, y participa en carreras virtuales en la plataforma Zwift. «Estamos todos intentando mantenernos, pero tantos días de rodillo son agotadores mentalmente. Las nuevas alternativas de carreras online son una pequeña distracción, una motivación para que no se haga todo tan pesado», comenta. Estos días de encierro no deja de coincidir con muchos de los grandes nombres del pelotón. «Lo usa mucho José Joaquín Rojas, Juanjo Lobato, Valverde... También hay internacionales como De Gendt o Bardet. Coincidimos, pero ellos van como locos incluso en la realidad virtual. Rojas, casi cada vez que me conecto, está ahí dando pedales. Tienen un punto más. Yo no soy capaz de sufrir tanto en el rodillo», cuenta Carlos Canal, que asegura que aunque pueda parecer un juego, se sufre.

Pero los cientos de aficionados que se conectan con los profesionales no juegan limpio. «La mayoría de nosotros no somos capaces de meternos delante en ninguna carrera. George Benet cuenta que lleva utilizando la aplicación desde hace 20 días y solo fue capaz de meterse entre los diez primeros una vez. La realidad es que en amateur nadie podría ganarle. Hay mucho truco porque al final sabes que te puede aparecer cualquier profesional y gusta poder seguirlo», aclara. Cómo funciona la trampa lo aclara Martín Bouzas, corredor del Kern Pharma y también usuario de esta aplicación, aunque las prisas del confinamiento le han sorprendido sin un rodillo que le permita conectarse desde su casa en Rois. «Hay buen nivel, pero también mucho tramposillo suelto. El simulador te pide que introduzcas tu peso y la gente pone menos del que tiene. A menos peso, menos vatios tiene que mover. Es lo que hace la gente, y claro, hay gente que aparece con 50 kilos moviendo unos vatios increíbles», desvela el contrarrelojista gallego al que la cuarentena le ha cogido también en un momento complicado, en pleno debut en el profesionalismo.

Otro de los gallegos del pelotón, Pablo Torres, del equipo americano Hincapie, también se mantiene en forma desde su casa en Tudela a base de gimnasia, rodillo y Zwift. Pero su paternidad recién estrenada, tras sus rutinas diarias, le deja poco margen para medirse a los grandes en la red.