Martín Liste, el haltera de Tordoia que entrena «na Europa do leste»

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Su club le prestó las pesas y en un día, con la ayuda de su hermano, montó un gimnasio en el garaje-horno familiar

25 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Martín Liste (Tordoia, 1996) es un hombre práctico y un visionario. Por eso, cuando le anunciaron que la residencia Blume quedaba cerrada por la crisis del coronavirus, no cogió el camino recto hacia su casa, sino que dio un rodeo por A Coruña (el día anterior al estado de alarma), cogió pesas prestadas su club, el Halterofilia Coruña, y con ayuda de su hermano montó un gimnasio improvisado en el garaje-horno de su domicilio.

«Flipan un pouco, dinme que parece que vivo na Europa do leste», dice de los comentarios de sus compañeros del equipo nacional de halterofilia que, muchos de ellos confinados en pisos, no tienen el mismo espacio para entrenar. Pero, frente al comentario, Martín, que comenzó como lanzador de disco y peso, pero que enseguida se enganchó a la halterofilia, encontró en su casa de este municipio rural de la comarca de Ordes el sitio perfecto para el confinamiento.

Para comenzar, en un día transformó «o garaxe anexo a casa que ten un forno onda a miña avoa coce as súas cousas» en un funcional gimnasio: «Axudoume meu irmán e nun día montámolo. Unhas barras de abdominais, outra de fondos e, despois, puxen un taboleiro e unha tarima. Realmente non se necesita moito material para adestrar halterofilia, simplemente cunha barra e uns discos, xa está», comenta.

Acto seguido se hizo un horario que incluía participar en la atención a los animales que tienen en casa: «Pola maña levántome, almorzo, adestro, logo como e pola tarde volvo a adestrar e axudo un pouco na casa. Temos animais, galiñas e cochos, e hai que botar unha man».

Y una semana larga después, está encantado. «Estar nunha casa é algo que se agradece. Tes un xardín podes saír e facer algo, pero se non houbese esa posibilidade habería que adaptarse». Eso sí, mantiene el contacto casi diario con sus compañeros de la residencia madrileña.

Y de las competiciones, mejor olvidarse. El sábado tenía que haber viajado a Colombia, al Iberoamericano, pero estaba en casa. En Tordoia (Europa del este).