Remero olímpico y aspirante a Tokio: «Me miran como un referente»

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DEPORTES

Jesús González es policía nacional y con 45 años bate récords y sigue en la élite, por eso los jóvenes le ven como un ejemplo

17 feb 2020 . Actualizado a las 22:43 h.

Por Jesús González Álvarez (Tui, 1974) no pasan los años. Tiene 45 y es capaz de batir récords del mundo en categorías de veteranos y al mismo tiempo seguir superando pruebas para meterse en un bote que le lleve con la selección española de remo a los Juegos de Tokio. Lleva 27 años sin parar en un deporte que le dio la alegría de ir a una Olimpiada y en el que conoció a su pareja, también remera de alto nivel. Ahora, los más jóvenes le miran como un referente.

-¿Cómo hace para mantenerse en forma a los 45, consiguiendo récords en grupos de edades y tocando a las puertas de la selección absoluta?

-Se consigue con mucho esfuerzo, ilusión y mucha motivación.

-Y cuidándose mucho.

-Sí, porque después de 27 años en este deporte se va notando. Para mal, porque estás cansado y te cuesta recuperar, pero para bien, porque tienes una base y es relativamente cómodo estar en un nivel alto.

-¿En todo este tiempo no se planteó vivir más y descansar?

-Siempre dije que mientras tenga ilusión y el nivel físico sea el adecuado, voy a seguir, porque me gusta y tanto a nivel familiar como laboral puedo permitírmelo y porque una vez que lo deje, será definitivo. La cosa se está alargando más de lo que pensaba, pero vamos a ver hasta dónde puedo llegar, porque una vez que lo deje esto no vuelve y el resto de la vida sigue para adelante. A estas alturas hay que disfrutarlo todo lo que pueda.

-¿Conoce algún otro caso?

-No, pero tenemos el caso de [Juan] Zunzunegui, que tiene dos años menos y que no está en el equipo nacional porque no quiere, porque se ha centrado en las traineras, pero tiene un nivel muy parecido. Aunque del remo olímpico no se puede vivir.

-¿Nunca pensó en pasarse a las traineras en algún momento?

-No, porque eso significaría salir y, después de tantos años dando vueltas, la tranquilidad de estar en casa no tiene precio.

-Cómo compagina el remo con su trabajo de policía nacional?

-Trabajo de lunes a viernes por las mañanas, por las tardes hago como si fuera una doble sesión y el fin de semana aprovecho para compensar. Es un privilegio tener un trabajo y poder ser un deportista de alto nivel.

-¿En casa no le dicen cuándo para?

-Tengo la suerte de que Nuria [Domínguez, su pareja] fue deportista de alto nivel como yo durante muchos años, y entonces te comprende. Si no fuera así, sería difícil. Esa es otra de las ventajas que tengo.

-¿Qué le dicen los remeros jóvenes?

-Eso es lo mejor, que te miran como referente y como un ejemplo. Se fijan en mí para hacer lo mismo y eso es súper satisfactorio.

-¿Es un poco ídolo?

-A nivel de España, por los menos los remeros del equipo nacional, lo que me dicen es que me miran como un referente y eso es muy gratificante a mi edad.

-Vivió una experiencia olímpica, que no es nada fácil en el remo español.

-Es complicado porque en España el remo a nivel de recursos está bien, pero de profesionalidad y federativo, especialmente en Galicia, no, porque no tenemos casi ningún apoyo, por eso me siento casi un privilegiado por haber sido olímpico.

-Y ahora que Rodrigo Conde irá a los Juegos, ¿qué siente?

-Orgullo, porque por encima es un amigo y un compañero de equipo y además una buena persona. Pero ojo, que yo voy a luchar hasta el último día para ver si puedo estar ahí con él.

-¿Se ve representado por Rodrigo cuando tenía esa edad?

-Rodrigo explotó muy joven, yo no tuve esa suerte, fui poco a poco, porque no teníamos recursos ni en el club ni en la selección. Ahora tienen un poco más de apoyo y en nuestro caso era más difícil. Recuerdo que nosotros teníamos un barco de plástico para entrenar y competir.

-Usted siempre fue crítico y un abanderado de la reivindicaciones de los remeros.

-Sí, porque es como si fuéramos a contracorriente. El deportista es al que hay que apoyar, porque son los que se esfuerzan y arriesgan su futuro. Sin quitarle importancia al trabajo de directivos, me consta de que en los clubes hay gente que trabaja mucho por amor al arte, pero a nivel federativo deben implicarse más y tener más empatía con el deportista, y por desgracia parece que somos lo último cuando en realidad somos lo principal.

-¿Cómo llegó al remo?

-Por casualidad. Estaba en el instituto, había hecho baloncesto, pero en aquel momento el cuerpo me pedía hacer algo y fui al Remo Miño, que tenía sección de atletismo y de remo. Empecé en atletismo, pero mi hermano, que era un año mayor, comenzó a ir a remo, fui y me enganchó, era algo nuevo, y ya me quedé para toda la vida.

En corto

Para Suso González, Tui es su sitio en el mundo y el remo una forma de vida, pero de no subirse al bote hubiese tocado a la puerta del baloncesto.

-¿Sitio preferido en el mundo?

-Tui.

-¿Su viaje soñado?

-El sitio que me encantó y que me gustaría repetir sería Nueva Zelanda.

-¿Qué coche tiene?

-Un Mercedes que le compré a un amigo.

-¿Y el barco?

-Gracias a un patrocinio de la marca portuguesa Ave Rowing Boats tengo mi propio barco para entrenar y competir.

-¿Su comida favorita?

-El pulpo.

-¿Es lector?

-Últimamente, poco.

-¿Con qué personaje se iria de cena?

-Con Nadal.

-¿Qué es el remo para usted?

-Para mí es una forma de vida.

-¿Cuál ha sido la mayor alegría que le dio el remo?

-El haber conocido a mi pareja es lo más importante, luego a nivel deportivo el ser olímpico y después toda la gente que vas conociendo por el camino y que hoy en día son tus amigos.

-De no ser remero, ¿qué sería?

-No lo llegué a pensar, pero seguro que deportista porque me encanta el deporte.

-¿Le gustan otros deportes?

-El baloncesto, pero no sé si habría sido bueno. También el ciclismo y el atletismo.

-¿Qué le queda por hacer en la vida deportiva?

-Intentar mejorar, sobre todo. Siempre se puede mejorar, especialmente en el aspecto técnico.