El Leche Río Breogán entusiasma al Pazo con un partido redondo ante el Valladolid
20 feb 2020 . Actualizado a las 19:40 h.No las tenía todas consigo la afición del Pazo. El Leche Río Breogán venía de hacer un partido horrible en Alicante y eran muchos los que creían que se perdería definitivamente el tren sin escalas con destino a la ACB. Al santuario lucense llegaba el líder. El Carramimbre Valladolid impresionaba por sus resultados y su garbo sobre la pista. Todo eran elogios hacia el ejército pucelano, pero los guerreros breoganistas, tal y como exigía el guion, rescataron del baúl de los recuerdos los trajes de héroes para firmar una victoria de postín que les permite seguir soñando con encontrar el atajo hacia el Olimpo del baloncesto español. Partido redondo y sostén para la complicidad con la grada que tanto reclaman desde el vestuario.
El primer cuarto del Breo fue brillante, a la altura de lo que se le pide a un equipo armado para, cuando menos, afrontar el tramo final de liga en disposición de conquistar el título y su correspondiente premio gordo. Más del 50 % de acierto en el triple (4/7), un 63 % en los tiros de dos y un dominio abrumador del rebote. En definitiva, 10 minutos para enmarcar en los que llegó a vencer por 17 puntos y con Marshawn Powell infalible. Anotó todos los tiros que intentó y capturó 4 rechaces, lo que le valió para darse el primer respiro con 13 créditos de valoración acumulados. El ala-pívot desapareció de la escena en la segunda manga y su testigo lo recogió Soluade, que, tras la canasta inicial de Nurger, cortó de raíz el amago de reacción de los visitantes con un par de triples que permitieron al Breo alcanzar el intermedio del partido con una buena renta de 11 puntos (46-35) a pesar de que su efervescencia anotadora había perdido algo de intensidad. En el descanso, el Breo doblaba en valoración y rebotes a un Valladolid en el que solo Aboubacar y Bartley mantenían el tipo. Los guarismos del Carramimbre estaban muy debajo de sus promedios en el presente ejercicio.
El tercer cuarto arrancó con un triple visitante que por primera vez después de mucho minutos situaba al Carramimbre con una desventaja por debajo de los 10 puntos (46-38). Powell y Peña se asociaron para que la cosa no fuera a mayores y con la cuarta falta cometida por el lucense adoptivo Aboubacar y la entrada en acción de Gavrilovic, el partido se inclinó definitivamente para el lado breoganista. Con un parcial de 17-3 en la parte final del tercer cuarto, el Breo se dio el dio el gusto de afrontar el último acto con la victoria en el bolsillo y preocupado únicamente de invertir el basketaverge con un rival que le había superado por 12 puntos en el partido de la primera vuelta.
Hugo López siguió confiando en Kimbal Mackenzie para estrechar el marcador. Se hinchó a tirar el escolta canadiense en la recta final, pero casi todos sus lanzamientos los escupía el aro y el Leche Río Breogán no daba tregua en el rebote. Con todo decidido y el Pazo alentando con todas sus fuerzas, los celestes no tuvieron problemas para dar lustre a las estadísticas en el compromiso previo al primer parón de la LEB por las primeras ventanas FIBA. La competición se reanudará el último fin de semana de febrero y los pupilos de Diego Epifanio visitarán la cancha del Cáceres Patrimonio, posiblemente con el relevo de Ahonen como novedad y quién sabe si con el ansiado nuevo pívot que acentúe la fortaleza del equipo en el poste bajo.
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