Abidal mantiene el cargo y el Barça sufre por el futuro de Messi

p. ríos COLPISA

DEPORTES

Bartomeu hizo de apagafuegos tras el conflicto, pero el malestar y la continuidad del argentino, que puede irse libre en junio, preocupa más que la del secretario técnico

05 feb 2020 . Actualizado a las 21:58 h.

El terremoto producido en la noche del martes por las declaraciones de Éric Abidal, secretario técnico, y por la respuesta contundente e inmediata de Leo Messi, el capitán e indiscutible líder de la plantilla y del club, dejó temblando al FC Barcelona durante el día después. El presidente, Josep Maria Bartomeu, que se encontraba en Bruselas en las reuniones de la entidad Barcelona Futur que tuvieron lugar en el Parlamento Europeo, intentó tranquilizar los ánimos por la mañana con llamadas telefónicas a los dos protagonistas del conflicto. Y por la tarde, a su regreso, se reunió con Abidal para analizar la crisis.

A Messi se le vio sonriente en el entrenamiento matinal, entró en la lista de convocados para Bilbao y este jueves se enfrentará al Athletic en los cuartos de final de la Copa del Rey a partido único. El argentino descargó su ira en las redes sociales y se quedó descansado. Se sabe intocable, el dueño de su destino, con la sartén cogida por el mango porque si quiere se puede ir libre al final de esta temporada. Y eso asusta de verdad al club a un año de las elecciones de 2021.

El puesto de Abidal, que tampoco ha tenido una labor sobresaliente en su cargo, sí está amenazado. De momento, el francés salió vivo de la primera cumbre y mantendrá su trabajo, aunque a nadie se le escapa que en este Barça tan inestable eso no es garantía de nada. La herida todavía tendrá que cicatrizar.

Abidal ofreció el martes dos entrevistas a los dos diarios deportivos de Barcelona, Mundo Deportivo y Sport, en las que, entre otras cosas, sacaba pecho por la decisión de cambiar de técnico a media temporada, Quique Setién por Ernesto Valverde, algo que no sucedía en el club azulgrana desde 2003. «Desde fuera se veía que al equipo le faltaba una marcha más y por eso tocaba hacer un cambio», dijo en el primer medio, mientras que en el segundo, en el mismo contexto, soltó la frase de la discordia: «Muchos jugadores no estaban satisfechos ni trabajaban mucho».

Los dos diarios publicaron por la tarde en sus ediciones digitales sus respectivos avances de las entrevistas. Messi, apenas una hora después, saltó como una pulga con un mensaje en las redes sociales que cogió con el pie cambiado a todo el mundo: «Sinceramente no me gusta hacer estas cosas, pero creo que cada uno tiene que ser responsable de sus tareas y hacerse cargo de sus decisiones. Los jugadores, de lo que pasa en la cancha y además somos los primeros en reconocer cuándo no estuvimos bien. Los responsables del área de la dirección deportiva también deben asumir sus responsabilidades y sobre todo de las decisiones que toman. Por último, creo que cuando se habla de jugadores habría que dar nombres, porque si no, se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que se dicen y no son ciertas».

Abidal y Messi fueron compañeros como jugadores y nada indicaba que existiese una mala relación entre ellos. Puede que el argentino se sintiera señalado personalmente por lo de «no trabajar mucho», una visión individualista de lo sucedido, o que saliera en defensa de todos sus compañeros, en una versión más colectiva.

Pero lo que parece que le irritó seguro fue que Abidal culpara a los jugadores del adiós de Valverde cuando Messi seguía creyendo en el Txingurri. Las interioridades de lo sucedido solo las saben ellos, pero queda claro que el Barça sigue instalado en el caos, como demuestra que el secretario técnico se obsesionara con desmentir una oferta a Xavi Hernández para que aceptara el cargo antes que Setién, cuando todo el mundo sabe que sí estuvo en Catar para convencerle, como el egarense confirmó públicamente.

Una vez mantenido en el cargo, Abidal tiene trabajo inminente: encontrar un delantero para sustituir al lesionado Dembélé si la Federación Española de Fútbol (FEF) acepta que su baja es para cinco meses. Suenan Ángel (Getafe), Lucas Pérez (Alavés) y Stuani (Girona). La solución, en breve.