El excampeón de España júnior de ciclocrós se estrena como profesional en su primer año sub-23
03 feb 2020 . Actualizado a las 16:23 h.Carlos Canal Blanco (Xinzo de Limia, 2001) es una de las grandes perlas del ciclismo gallego. Su potencia y la versatilidad que le permitió brillar en distintas modalidades lo convierten en uno de esos deportistas del siglo XXI. En todo caso, el ourensano tiene el sello de la Escola José Antonio Hermida y el Academia Postal Maceda. El olímpico Carlos Coloma lo había reclutado para su nuevo proyecto, pero a la postre se decidió por pedalear en carretera, con los colores del Burgos BH.
-Después de todos los éxitos que cosechó con la BTT, tanto en la modalidad olímpica como en el ciclocrós, sorprendió a más de uno saltando a la competición de carretera.
-Será una terapia de choque para mí, siempre me llamó mucho la atención ver en la tele carreras como el Tour o la Vuelta. Hasta ahora había probado en varias competiciones, la duda mata y yo he pensado que lo mejor es dar el paso y comprobar hasta dónde puedo llegar.
-¿Y no le asusta dar el salto directamente desde la categoría júnior a un equipo profesional de nivel UCI?
-Surgió la oportunidad y la verdad es que no lo dudé. Hay trenes que pasan solo una vez y debes subirte. Sé que es una apuesta arriesgada, pero si no me sale bien, aún me quedarán opciones como la de volver a probar con la BTT. Al menos sabré si de verdad tenía opciones de hacer algo en la ruta y no me quedaré con la sensación de que debía haberme atrevido.
-¿Ha modificado mucho su preparación con vistas a una temporada que será tan importante?
-No demasiado, pero quizás estoy haciendo más kilómetros que en años anteriores. Ahora es la tendencia de moda. También estaba incluida en el programa la campaña de ciclocrós, con el nacional y el mundial [se retiró el sábado], si se daba el caso, porque es adecuada para ganar más fuerza. Después me reincorporaré a la concentración de pretemporada con el equipo y, a mediados de febrero, comenzaré a hacer pruebas de ruta, aunque quizás también se pueda añadir alguna de BTT.
-¿Es cierto que le dijo adiós al 2019 con un entrenamiento de más de 200 kilómetros?
-Sí, a veces hay gente que no me comprende, pero mis amigos acaban entendiéndolo. Despedí el año en bici de sol a sol, desde que salió hasta que se puso el día 31, unos 230 kilómetros. Tomé las uvas, pero me acosté pronto, porque al día siguiente hice otros 200. Este deporte exige mucha dedicación.
-¿Y tampoco sale en el entroido? Es raro que alguien de Xinzo de Limia no haya sido pantalla nunca.
-Es cierto que el entroido se lleva en la sangre en Xinzo, pero yo nunca fui pantalla. Desde pequeño me he pasado el día en bici, haciendo la mona muchas veces, pero a partir de los dieciséis años comencé a tomármelo en serio y, este último, experimenté un salto grande en la calidad de mi entrenamiento. Aunque estoy en un equipo profesional, aún queda mucho para saber si podré seguir viviendo de esto, que tampoco es nada fácil.
-Y todo comenzó como una diversión en Maceda.
-Así fue y a mí siempre me pareció lo más lógico. Yo iba para divertirme y tampoco creo que sea positivo imponerle a ningún niño que vaya a entrenarse o andar detrás de él para convencerlo. Más que entrenar, yo quedaba con amigos para ir en bici, los martes y los jueves. Y así llevamos unos años. Después los hay más competitivos y menos, pero lo más importante es que te guste lo que haces.
-¿Y aún tiene tiempo para formarse académicamente?
-Estoy estudiando Ingeniería de Organización Industrial, lo llevo con calma, pero sé que tengo que estar preparado para el futuro. De todos modos, como tenemos muchos viajes o ahora concentraciones, aprovecho para repasar siempre que puedo. Tienes que organizarte para sacar adelante todos los objetivos.
-¿Se fija mucho en jóvenes como Egan Bernal o Mathieu Van der Poel, que han brillado en distintos escenarios?
-Hablamos de referentes en el mundo del ciclismo, aunque están totalmente a otro nivel, muy superior. A mí me llama la atención Van der Poel, porque siempre he pensado que un ciclista que ande bien en una disciplina concreta puede hacerlo también en otras, como es su caso. De todas formas, se trata de dos auténticos fenómenos.
-¿Tiene ganas de comenzar a probarse en ruta?
-Sí, claro. Está por ver cuál puede ser mi rendimiento en la carretera. Hasta ahora, creo que puedo ir fuerte en la ruta, pero tendré que ver cuántos son los rivales que pueden ir mucho mejor. Esto no deja de ser un deporte y también es necesario aprovechar tus cualidades. Tengo una gran ilusión por este nuevo reto.
EN CORTO
Aunque el norte de Carlos Canal cuando monta en bicicleta es el de divertirse, una vez que está en competición su voracidad es tremenda y por eso uno de sus mandamientos es el de cuidar su cuerpo con hábitos saludables.
-¿Es de los que pisa la cocina o solo cuando es máxima necesidad?
-Sí que cocino, al final tengo que cuidar la dieta y me acostumbré a preparar arroces, pechugas de pollo y verduras, cosas así, bastante sencillas.
-Su amigo Pablo Rodríguez oía a Los Suaves en el rodillo. ¿También usted entrena con música?
-Sí, me pone las pilas la música de rock, AC/DC y Extremoduro sobre todo, pero también otros similares.
-¿Se lleva algún libro a los viajes y concentraciones, además de los de texto que debe estudiar?
-Me aficioné a Harry Potter en el colegio, me gustó ese mundo y, aunque no me he leído todavía la saga completa, ya llevo unos cuantos.
-¿Es asiduo en el cine o prefiere ver series completas?
-No me engancho con las series, prefiero ir al cine como entretenimiento. De las últimas que he visto destacaría la saga de Fast & Furious, que me parecen divertidas.
-¿Una ciudad que le haya sorprendido?
-Me han gustado varias de las que pude visitar gracias al ciclismo o en vacaciones, pero me sigo quedando con Barcelona.
-¿Algún deporte más?
-Desde pequeño me gusta mucho la natación y la practico siempre que puedo. Al contrario, muy poco el fútbol.