El Guardés, un campeón de liga en peligro

La Voz

DEPORTES

Oscar Vázquez

La junta directiva del Guardés dimitió en bloque por falta de apoyos económicos y el relevo está en el aire

23 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay muchos campeones de liga en los deportes colectivos en Galicia ni tampoco asiduos de las competiciones continentales año tras año. El Atlético Guardés de la División de Honor femenina de balonmano es una de las contadas excepciones, pero sin embargo su viabilidad está en serio peligro. La directiva, que lleva tiempo incidiendo en el tema, presentó en la jornada de ayer su dimisión en bloque por entender que hay un maltrato económico por parte de las instituciones y aunque ahora se transforma en gestora a la espera de elecciones, no están dispuestos a seguir a ningún precio, lo que deja en el aire al primer equipo. La base, suponen, sí podría continuar.

«La junta directiva del Guardés comunica que, de acuerdo con los estatutos de la entidad, sus seis integrantes presentarán en el día de hoy la dimisión en bloque (...), se conformará una junta gestora hasta la convocatoria de próximas elecciones», rezaba un comunicado difundido por la mañana.

«Espero que alguien de el paso al frente», dice José Manuel Silva, el actual presidente, que en ningún escenario contempla una marcha atrás: «Una vez que liquidemos todos los gastos dejamos el club a cero y convocaremos elecciones de nuevo pero si no se presenta nadie, ahí queda el club», aunque considera que la entidad no está en riesgo de desaparición «porque igual pueden continuar las categorías inferiores» pero no el primer equipo, que está luchando de nuevo por el título, en estas condiciones.

Porque con un presupuesto de 450.000 euros anuales, el Guardés recibe 64.000 euros de la Xunta de Galicia, 38.000 de la Deputación de Pontevedra y 25.000 del Concello. Con estas dos últimas entidades no están nada de acuerdo y hace tiempo que vienen aireando su disconformidad. «La Xunta nos dice que hay unos baremos y que somos el segundo equipo que más cobra, y entonces nos tenemos que callar. En la Diputación pregunté porqué a clubes como al Pontevedra le dan 160.000 y a nosotros esto y no me responden cuando considero que hay una injusticia importante, y en A Guarda al club de fútbol de Primera Regional le dan 21.000 y a nosotros 25, creemos que es otra injusticia. Nosotros no queremos enfrentarnos con nadie pero nos corresponde bastante más».

En este escenario y después de años de esfuerzo económico y personal, José Manuel Silva considera que «hay algo detrás que se me pasa por lo que las instituciones no quieren ayudar al club. Creo que soy la oveja negra pero ya les he dicho que me voy», dejando claro que nunca reconsiderará su postura pero sí está dispuesto a ayudar si se lo piden y si la entidad sigue con la misma apuesta que en la actualidad.

La decisión en pleno mes de enero tiene una explicación clara. Los clubes ya se están moviendo de cara a la próxima temporada «y si las jugadoras ven que no hay continuidad tienen muchos reclamos de otros equipos». Desde que la posibilidad de que el Guardés pierda a su primer equipo asomó en el horizonte, a principios de curso, una de las teorías era que había dos localidades gallegas interesadas en hacerse con la plaza, pero en el balonmano español ya no se pueden vender las franquicias.