A sus dieciocho años de edad acumula ya dos Mundiales de la segunda categoría del motocrós. Sobre todo este último, se veía venir. Ya desde la pretemporada en el Internazionale italiano su dominio sobre rivales propios (y de la máxima categoría, MXGP) era abrumador. Solo una lesión que le apartó del Gran Premio de Gran Bretaña le privó de un pleno histórico. Una tras otra, iban cayendo las mangas parciales de cada carrera del calendario, ante la desesperación de sus adversarios. Su fiabilidad sobre la moto era tal que incluso hizo de los holeshots (alcanzar antes que nadie la primera curva del circuito tras la salida) una marca de la casa. Incluso rondó el récord absoluto de catorce victorias consecutivas establecido por Jeffrey Herlings en el año 2013 (catorce triunfos seguidos).
«Hemos hecho una temporada impecable, estoy orgulloso», resumía el gallego, cuyo objetivo para el 2020 estaba claro desde hacía tiempo: debutar en la máxima categoría de su disciplina deportiva: MXGP.