Si se busca en Google: «Sergi Roberto heredero», se aprecia con claridad que en el fútbol, por encima de muchas otras cosas, están las prisas. Según el buscador, que remite a diversos medios, Sergi Roberto es el heredero de Busquets, de Dani Alves, de Iniesta y de Xavi. Si Sergi Roberto es todo eso, se ve que el día de cobrar la herencia no tenía dinero para pagar el impuesto de sucesiones.
Durante la primera parte, los centrocampistas del Barcelona fueron eso: personas que estaban por ahí, por el centro del campo, sin saber por dónde les venían. El que lo estaba pasando peor era Sergi Roberto. En cada repetición a cámara superlenta, al canterano se le veía la cara de agobio del que corre detrás del autobús sabiendo que no va a llegar. Para su desgracia, chupó bastante más cámara que Rakitic o De Jong.
En la segunda mitad, Arturo Vidal entró para dar algo de consistencia al centro del campo y, mérito del Barcelona o cansancio del Madrid, la cosa mejoró. Sergi Roberto se fue al lateral derecho, otra posición en la que algún periodista le ha condenado a la etiqueta de «heredero de».
Aparentemente, Busquets se quedó fuera del once por un proceso febril. Y el Madrid le tomó al Barça la temperatura.