Otro Pajarito, tras dos años de evolución

Xurxo Fernández Fernández
X. Fernández REDACCIÓN

DEPORTES

Rodrigo Jiménez

Fede Valverde había pisado otra vez el césped del Camp Nou; un 17 de diciembre su Dépor encajó allí un 4-0

18 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Fede Valverde solo ha pisado una vez el césped del Camp Nou. Fue hace exactamente dos años, vestido de blanquiazul. Entonces, el anfitrión abusó de un Dépor que viajaba hacia Segunda y para cuando el uruguayo saltó al campo, minuto 64, su equipo caía ya 3-0. Aún tuvo tiempo de ver de cerca cómo Messi fallaba un penalti y Paulinho sacudía el contador. Su primera derrota frente al Barça. Ya entre febrero y marzo de este año, en apenas cinco días, acumuló otras dos. Ambas (Liga y Copa), en el Bernabéu, y siempre saliendo desde el banquillo con viento en contra en el marcador. En una ocasión sustituyó a Casemiro; en otra, a Kroos. Ambos le acompañarán esta noche en la medular blanca, que el Pajarito ha aprendido a gobernar.

La progresión ha sido brutal. Hasta la jornada 30 del curso pasado, Valverde solo se vestía de corto para citas coperas, duelos intrascendentes, o para disputar minutos de la basura en partidos ya decantados del lado del Madrid. A partir de entonces, con el título de Liga inalcanzable y la plaza Champions asegurada, Zidane empezó a rodar en el once al joven reclutado en el Peñarol. A curtirlo para disimular el desgaste del centro del campo merengue.

Funcionó. La erosión de Módric, la necesidad de respiro de Kroos, y la falta de alternativas para Casemiro conjugaron con las lesiones de Asensio, Isco y James. En el tramo crítico, cuando el equipo sufría en la competición doméstica —tres empates y una derrota en las nueve primeras jornadas— y en la continental, el revulsivo surgió de la zona de creación. El Madrid se ciñó a su versión más alocada, con transiciones a toda velocidad, y así parecía cantado el triunfo de un futbolista con un tercer pulmón. Valverde, 21 años, es capaz de sostener hora y media a alta intensidad, cumpliendo con los preceptos del perfecto box to box. Ha hecho dos goles y no conoce la derrota saliendo de titular. La racha se pone a prueba en su retorno Camp Nou.