Así será el 2020 de Javier Gómez Noya

DEPORTES

El pentacampeón mundial de distancia olímpica sopesa debutar en Geelong, planea cinco citas de las series mundiales y deja para después de Tokio la decisión sobre si disputa los Mundiales de ironman y 70.3

05 dic 2019 . Actualizado a las 20:18 h.

Un mes después de ganar el ironman de Malasia, Javier Gómez Noya ya inicia la preparación para Tokio 2020. Se entrena estos días en Pontevedra en un proceso que debe culminar el 27 de julio en Japón, y que salpicará con un calendario centrado en la distancia olímpica (1,5 kilómetros a nado, 40 en bici y 10 a pie). Solo después de los Juegos definirá su calendario posterior, pues tiene plaza tanto para el Mundial de ironman (Hawái, 10 de octubre), como para el de 70.3 (29 de noviembre en Taupo, Nueva Zelanda). Para Kona, en una distancia radicalmente diferente a la que primará durante meses, solo podría adaptar mínimamente su cuerpo, mientras que para la gran cita de 70.3 los cambios y las fechas facilitan la transición.

CENTRO DE OPERACIONES

Entre Pontevedra y Nueva Zelanda

Después de cuatro semanas de descanso, Gómez Noya comenzó a entrenar en Pontevedra. Después, se ejercitará en Nueva Zelanda con su pareja, la también triatleta Anneke Jenkins, hasta marzo, aprovechando el buen tiempo del verano austral.

PRIMER TEST

Posible estreno en Geelong cuando acumule kilómetros

Tal como hizo el año pasado, Gómez Noya se plantea disputar un 70.3 como parte de su preparación durante el invierno, cuando acumula kilómetros y volumen de entrenamientos. La opción más clara sería repetir el de Geelong (Australia), que ya ganó el año pasado y se disputa el 22 de febrero. «Lo decidiré en función de los entrenamientos, si veo que me va bien competir. Más avanzao el año, y hasta Tokio, no haré ninguna prueba sobre esa distancia (1,9 kilómetros a nado, 90 en bici y 21,1 a pie), sino que me centraré en carreras y entrenamientos de distancia olímpica», adelanta.

SERIES MUNDIALES

Una carrera al mes

«Elegiré las pruebas de las Series Mundiales que mejor me van, haciendo una al mes, más o menos», avanza Gómez Noya. Para el título, puntuarán los cuatro o cinco mejores resultados más la final de Édmonton el 23 de agosto. Es «posible» que debute el 6 de marzo en Abu Dabi, pese a disputarse sobre distancia esprint (750 metros a nado, 20 kilómetros en bici y 5 a pie). «Luego haré las carreras de Bermudas [el 18 de abril], Yokohama [el 16 de mayo] y Leeds [7 de junio]».

Montreal y Hamburgo, descartadas

Las Series Mundiales tienen la prueba de Montreal fijada para el fin de semana del 27 y 28 de junio, aunque está en el aire. Pero no entra en los planes iniciales de Gómez Noya. Tampoco la cita de Hamburgo del 11 de julio, sobre distancia esprint y en un circuito «peligroso». «Es la última carrera antes de los Juegos, allí suele haber caídas en bici y lo mejor en esas fechas es no asumir riesgos, evitar viajes y estar más tranquio. En general, me centraré en la distancia olímpica y en entrenar, cumpliendo bien los diferentes ciclos de entrenamiento», explica el ferrolano.

FINAL DE TEMPORADA

Después de Tokio, tres mundiales en liza

Después de los Juegos de Tokio del 27 de julio, Gómez Noya tiene el desenlace de tres mundiales: el de distanca olímpica en la gran final de Edmonton el 23 de agosto; el de ironman en Hawái el 10 de octubre y el de medio ironman 70.3 en Taupo (Nueva Zelanda) el 29 de noviembre. «Ahora solo me planteo hasta los Juegos, en prepararme lo mejor posible». La final de las Series Mundiales en Édmonton es fija, y aún no decidió sobre las otras dos citas. «Al ser a finales de noviembre, podría preparar tranquilo el Mundial de 70.3, que me hace ilusión. Más complicado es competir en Hawái en octubre porque solo tendría dos meses para preparar esa distancia de forma específica. Por ahora no le doy muchas vueltas. Ya veremos cómo está el cuerpo. El objetivo del año es Tokio», razona Gómez Noya, evitando distracciones.

CONCENTRACIONES

Descartado el trabajo en altura

En año olímpico, Gómez Noya no contempla una concentración en altura, y recela de su experiencia previa durmiendo algunas semanas en una cámara de hipoxia, como hizo en algunos momentos de las dos últimas temporadas. «Resulta algo incómodo, no descansas tan bien porque se genera calor y hay algo de ruido. Ganas por un lado y pierdes por otro. Además, usé la cámara después de mi caída en Édmonton y estaba incómodo con las heridas dentro de la cámara», explica.

«Soy más gallego que nadie y estoy feliz de volver a tener licencia aquí»

Gómez Noya participó el sábado en la cena anual del Fluvial de Lugo, su club de siempre, con el que compite desde que era un niño. Durante los cuatro últimos años, no tramitió su licencia por Galicia, por sus diferencias con la federación autonómica y, aunque nunca llegó a citarlo, por su pérdida de confianza hacia su ex entrenador y hasta hace unos meses director técnico de la federación, Omar González. Con el cambio de directiva hace ahora un año, liderada por Gonzalo Triunfo, Gómez Noya vuelve a sentirse cómodo apoyando a la federación gallega, que cuenta con su entrenador, Carlos David Prieto, como responsable del grupo de élite del CGTD de Pontevedra.

«Soy más gallego que nadie, siempre me sentí así, y estoy feliz de volver a tener licencia por aquí. Por una circunstancia concreta había decidido apartarme de la estructura federativa porque no me encontraba cómodo. Resuelta esa incomodidad, no hay motivo para no tener licencia gallega», explica Gómez Noya.

El pentacampeón mundial de distancia olímpica mantiene su equipo de trabajo habitual, con base en Pontevedra y Carlos David Prieto como entrenador, Nicolás Bayón como asesor téncico y Carlos Theilacker como mánagers. «No tengo ahora un grupo de compañeros de entrenamiento fijo, pero en Nueva Zelanda [donde se casó hace ahora justo un año] encuentro gente de nivel cuando quiero y en Pontevedra puedo entrenar con Pablo Dapena y a pie con Víctor Rioboo, aunque no tengamos los mismos objetivos porque competimos en distancias diferentes», explica Gómez Noya.

Desde el próximo mes de marzo tendrá en Pontevedra su centro de entrenamientos, sin descartar «alguna concentración en calor en algún momento» del año.