El agente gallego Rodrigo Fernández Lovelle y el exceltico López Garai, detenidos en la segunda fase de la operación Oikos por amaño de partidos

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Rodrigo Fernández Lovelle
Rodrigo Fernández Lovelle Cedida

El exdeportivista Íñigo López y el zaragocista Pichu Atienza también figuran entre los arrestados por la investigación, que ahora apunta a un acuerdo para que el Reus ganase al Valladolid en el 2017

28 nov 2019 . Actualizado a las 18:03 h.

La Policía Nacional ha detenido este martes al representante gallego de futbolistas Rodrigo Fernández Lovelle y al exjugador del Celta López Garai, en el marco de la segunda fase de la Operación Oikos contra el amaño de partidos de fútbol.

Rodrigo Fernández Lovelle es un representante de jugadores nacido en Verín en 1968 y desde que se inició en la intermediación de jugadores en el Rayo Vallecano de Teresa Rivero ha estado fuertemente vinculado al fútbol gallego por medio de sus representados, entre los que han figurado los exdeportivistas Pablo Amo o Lucas Pérez o el excéltico Andrés Túñez. Según publica «El País», las nuevas detenciones se han hecho en base a unas anotaciones manuscritas encontradas en la sede del Huesca y referidas a supuestas entradas y salidas de dinero. Entre ellas, una de «25.000» vinculada a «Rodrigo», a quien también se le vincula con otro grupo de cifras: «25.000 + 5.000».

El futbolista riojano de 37 años, que dejó el club coruñés el pasado mes de junio tras cumplir su contrato de seis meses, ya había prestado declaración con anterioridad en la investigación sobre una supuesta trama de apuestas y pactos por resultados y otras variables en partidos de en Primera, Segunda y Tercera. Efectivos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) han detenido esta mañana a un mínimo de nueve personas, incluido el jugador del Zaragoza Pichu Atienza, así como el expresidente del Huesca Agustín Lasaosa, que ya había sido detenido en mayo. 

Los nueve detenidos fueron trasladados a la comisaría de la Policía Nacional de Huesca por agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, con sede en Madrid. Están acusados de delitos de corrupción entre particulares, administración desleal y blanqueo de capitales. La Europol también participa en la segunda fase de detenciones de la Oikos, una investigación declarada secreta por el juzgado de instrucción número 5 de Huesca.

Además de Ateinza, Lasaosa e Íñigo López (que ahora milita en el San Sebastián de los Reyes), se encuentran detenidos el exmédico del Huesca, Juan Carlos Galindo, y el actual director financiero del club, Carlos Laguna. La nómina de arrestos se amplía a dos exjugadores del Reus, un empresario y el ex jugador del Celta, Aritz López Garai, que era jugador del Reus cuando se disputó dicho encuentro.

La detención de Atienza se produjo poco antes de que comenzara el entrenamiento del Zaragoza. 

Fuentes de la investigación explicaron que de la documentación incautada en la sede del Huesca hace seis meses, entre la que figuran hojas manuscritas con la operativa de recaudación, reparto, devolución y entrega de fondos para el amaño, los agentes han descubierto que el 4 de junio del 2017 el Huesca pagó a jugadores del Reus para que ganaran su partido contra el Valladolid.

Ese partido, que finalmente ganó el Reus, permitía al Huesca acceder a la última plaza de playoff para su ascenso a primera división. Según las investigaciones, diferentes personas tanto físicas como jurídicas relacionadas directa o indirectamente con el Huesca adelantaron pagos en metálico a futbolistas del Reus en junio del 2017. En los meses siguientes el equipo oscense saldó la deuda con los prestamistas.

En mayo ya se habían producido un total de diez detenciones. Después de los titubeos iniciales por parte del Deportivo, el pasado 12 de junio el club decidió apartar a Iñigo López del equipo, justo después de que el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol suspendiese la licencia del jugador. De todos modos, unos días más tarde, el central terminó viajando con el resto de la expedición al decisivo partido en Mallorca, en el que podía consumarse el ascenso a Primera.

El propio Íñigo López reconoció que el Huesca no hizo lo suficiente para intentar ganar el Huesca-Nàstic bajo sospecha. Atribuyó la derrota del equipo aragonés en aquel partido a un supuesto pacto habitual en el fútbol por el cual su equipo, al no jugarse nada en aquel encuentro, debía dejarse perder. 

Atienza jugó en el Huesca en la temporada 2014-15, aunque no llegó a coincidir con ninguno de los implicados en la fase anterior de la operación Oikos, como el propio Íñigo López y el también futbolista Samu Sáiz, el ex presidente del club oscense, Agustín Lasaosa y el ex jefe de los servicios médicos del club, Juan Carlos Galindo, todos ellos detenidos en la primera fase de detenciones. 

Una denuncia de la Federación Española de Fútbol ante la Fiscalía de Huesca desencadenó la investigación y las posteriores detenciones. Bajo el foco, se encontraba el partido Huesca-Nàstic (0-1), de la temporada 2017/18, en Segunda División. Entonces, el equipo aragonés ya había conseguido el ascenso a Primera, mientras que el cuadro catalán peleaba por la salvación. Decenas de casas de apuestas decidieron suspender la cotización de ese encuentro al detectarse irregularidades, entre ellas la entrada de grandes cantidades que apsotaban por el 0-0 al descanso y la victoria catalana final. 

La investigación aputaba a los exfutbolistas Carlos Aranda y Raúl Bravo como cabecillas de la trama criminal, ocupándose de la captación de jugadors profesionales, encargados de proponer amaños para su aprovechamiento en una compleja red de apuestas. Supuestamente en aquel entramado había un segundo nivel de responsabilidad, que apunaba a deportistas que actuaban como intermediarios, como Íñigo López, Samu Saiz, del Getafe y Carlos Caballero, del Fuenlabrada. Se ocuparían, siempre según lo reflejado en el sumario, de convencer y corromper a otros futbolistas. 

En un tercer escalafón de la trama se encontrarían los propios ejecutantes del plan, los futbolistas. En ese escalafón, según el sumario figuraría el ourensano Borja Fernández, retirado la primavera pasada como jugador en activo tras una última etapa en el Valladolid. El jugador gallego insistió en su absoluta inocencia desde el primer momento.