Las jugadoras muestran su músculo con la primera huelga de la historia del fútbol femenino

Iván Antelo A CORUÑA

DEPORTES

MARCOS MÍGUEZ

Inician el paro, mientras los clubes la afrontan intentando darle normalidad, temerosos por recibir sanciones

15 nov 2019 . Actualizado a las 21:45 h.

Las jugadoras inician este sábado un histórico primer fin de semana de huelga en el fútbol femenino español, al que han llegado tras fracasar la negociación de los sindicatos con los clubes, en la firma por su primer convenio colectivo. En él, las futbolistas solicitaban percibir un salario mínimo de 16.000 euros brutos anuales, con una parcialidad del 75 por ciento. Pero los clubes alegan falta de recursos económicos para aceptarlo.

¿Habrá huelga?

Sí. Así se han encargado de transmitirlo los sindicatos a sus asociadas, a las que les recuerda que ni el sábado ni el domingo deben presentarse ni a entrenar ni por supuesto a jugar. La AFE envió un guasap a sus jugadoras asociadas el jueves y el viernes lo hizo público en las redes sociales con un vídeo en la que varias capitanas de equipos de Primera transmitían la noticia.

¿Qué harán los clubes?

Están actuando con total normalidad. Como si la huelga no existiera. Anunciando los partidos e incluso convocando a las jugadoras para viajar. El propio Dépor anunció en su página web un entrenamiento para este sábado por la mañana en Abegondo. Según las entidades, lo hacen para posibilitar el derecho al trabajo que también tienen las futbolistas que no quieren hacer huelga.

¿Y las jugadoras?

Los últimos días se están intercambiando mensajes con las rivales para ponerse de acuerdo y que no se produzca la situación de que haya un equipo que se presente, perjudicando deportivamente al que no lo haga. En el Dépor, por ejemplo, han estado hablando con Jade, capitana del Logroño, quien les transmitió tranquilidad y que las riojanas ni viajarán a Galicia para jugar este domingo (16 horas) en Abegondo. Hacer huelga supone dejar de cobrar esos días, pero las coruñesas ya comunicaron al cuerpo técnico y al club que este sábado no acudirán a entrenar ni el domingo a jugar.

¿Y las árbitras?

También actuarán con normalidad. Hay designaciones, acudirán al día y al campo señalado, y abrirán un acta en el que constatará lo que allí se produzca. Para que no haya incomparecencia, debe haber como mínimo 7 jugadoras de un equipo. La obligación de la colegiada es esperar media hora, desde el inicio previsto del partido en cuestión.

¿Habrá partidos?

Es el gran miedo de futbolistas y de clubes. Las primeras, porque sería un síntoma de debilidad ver que hay compañeras que no luchan por el bien común. Y los segundos, porque podrían recibir sanciones si el adversario se presenta (juntando al menos 7 jugadoras). En concreto, le darían el partido por perdido, le restarían 3 puntos en la clasificación y recibirían una sanción económica superior a los 3.000 euros. Las entidades vivirán con ese miedo y esa incertidumbre hasta que llegue la hora de su partido. No se fían.

¿Qué pasará con esta jornada?

Tendrá que decidirlo el Comité de Competición. Ha habido cuatro precedentes que afectaban al fútbol masculino -1979 (por la abolición del derecho de retención), 1981 (pago de deudas y para abolir la normativa de alinear sub-20), 1984 (cobro de deudas y la participación de los jugadores en las negociaciones sobre derechos de televisión) y en el 2011 (por un fondo de garantía concursal y para conseguir resolución de los contratos cuando el jugador llevara tres meses sin recibir el salario)- y en todos ellos se recuperó la jornada en otra fecha. El problema surgirá si un equipo se presenta y gana por incomparecencia del rival, porque la competición quedaría desvirtuada.

¿Qué sucederá tras el domingo?

Los sindicatos advierten de que la huelga es indefinida y que no volverá a haber partidos hasta que se firme el convenio. Pero el problema es que los clubes se han enrocado en el discurso de que no pueden ofrecer lo que no tienen, y que solo lo harán si aparecen nuevos ingresos. Y estos solo pueden pasar por que la federación los incluya en el Programa Élite, con o sin la participación de Mediapro. Ya que la propuesta actual de Rubiales, de cubrir con 1,15 millones de euros la diferencia entre lo que ofrecen los clubes y lo que piden las jugadoras, según las entidades, «no es una solución», ya que conllevaría traicionar a la productora con la que tienen firmados los contratos de televisión, con el consiguiente perjuicio económico.

Por tanto, no se aprecia ahora mismo un acuerdo cercano, aunque el Gobierno ha vuelto a citar a las partes para este lunes.