El técnico del Fabril ganó a su hijo Borja y bromeó con él por ocultarle la lesión de un compañero
10 nov 2019 . Actualizado a las 21:15 h.«El sábado quería llevar el coche para ir a la farmacia, pero le quité las llaves, porque yo sabía desde el miércoles la lesión de Brais Calvo y él no me dijo nada». El Fabril de Luisito se impuso ayer al Estradense en un duelo de familia. El técnico del filial doblegó por 0-2 al equipo en el que su hijo Borja juega de delantero centro, pero que anoche tras el encuentro tenía un agridulce sabor de boca. «Estoy fastidiado por perder, porque siempre quiero ganar, pero como ganó mi padre, es menos que otros días. Él necesitaba los tres puntos y nosotros también para sumar cuanto antes para la permanencia. Pero esto es muy largo», afirma Borja.
La victoria sirvió a los coruñeses para recuperar la plaza de promoción tras un dubitativo arranque de Liga, mientras los locales, recién ascendidos a Tercera, se sostienen entre los punteros en la lucha por la permanencia. El partido se decantó para el equipo de Luisito tras una acción en la que el Estradense reclamó un saque de esquina forzado precisamente por Borja Míguez en un remate que Kanouté salvó bajo palos. En el inmediato contragolpe blanquiazul Javi Sánchez marcó el 0-1.
«Yo soy una persona honrada. Si jugásemos contra cualquier otro, tampoco iba a llamar a su entrenador para contarle nada. Nosotros estamos juntos toda la semana, pero no hablamos de fútbol. Tampoco le pregunté quiénes iba a poner de centrales por las lesiones de Bourdal y Parga», se defiende el delantero del Estradense, que en cualquier caso hoy podrá usar el coche familiar. «Hasta se lo dije a su madre: “Mira este, que no me cuenta nada”. Pero es broma. Yo estoy orgulloso, porque esos son los valores que le inculcamos. No nos ha defraudado. Claro que podrá coger el coche hoy», señaló entre risas Luisito.
Ambos se enfrentaban por primera vez en partido oficial y el triunfo sonrió a Luisito, pero Borja ya lleva cuatro goles. «¿Con quién iba su madre? No lo sé, no se lo he preguntado, pero a él lo llevó nueve meses en la barriga y a mí me encontró en la calle», afirma socarrón el padre.