El Breogán se apaga antes de tiempo en Valladolid

I.MEITIÍN BUJÁN

DEPORTES

LOF

Un momento crítico al inicio del último cuarto lo condenó en un partido que tenía bajo control: 94-82

30 oct 2019 . Actualizado a las 13:11 h.

El Leche Río Breogán volvió a darse bruces con la realidad de la LEB Oro. El Carramimbre Valladolid, el equipo revelación de la nueva campaña, le sometió con una lección de pundonor y entereza en un partido que parecían tener bajo control los breoganistas y que cambió su curso en el último cuarto en el mayor momento crítico de las huestes de Diego Epifanio. Los pucelanos explotaron a la perfección el bajón visitante, tomaron la delantera y dejaron herido de muerte a los celestes.

Era impensable que el Leche Río Breogán pudiera mantener mucho más tiempo el ritmo anotador del primer cuarto, en el que se fue hasta los 30 puntos con un Dago Peña infalible en los triples, Christian Díaz y Ahonen sublimes en la dirección y Rauno Nurger imponiendo su fortaleza en la pintura. Pese a todo, su ventaja al término del acto inicial solo era de seis puntos (24-30) porque su defensa, como la de su adversario, no fue todo lo bueno que debiera. Los diez primeros minutos concluyeron con una extraordinaria canasta a contrarreloj de Christian Díaz.

Hugo López, el técnico local, apretó las tuercas a sus pupilos y el Breo tuvo más problemas de anotación en el segundo cuarto, sobre todo cuando Ahonen y Nurger se fueron al banquillo para coger oxígeno. El Breo menguó en ataque, pero creció en defensa. Puso más intensidad para frenar los intentos del Valladolid y prueba de ello es que en pocos minutos estaba al borde del bonus. Con un par de triples de Nogués y dos canastas consecutivas de Christian Díaz, los lucenses alcanzaban su máxima diferencia (35-47), que enseguida se vio recortada porque en los minutos restantes solo Sergi Quintela fue capaz de encestar.

La primera crisis de los lucenses en el partido se produjo en el arranque de la tercera manga después de la canasta inicial, tras recuperación, de Soluade que ponía a su equipo siete puntos arriba (44-51). El Valladolid crecía, equilibró el marcador y dispuso de hasta tres ataques para ponerse por delante en el electrónico, mientras el Breogán seguía atascado en ataque y fue Ahonen quien lo despertó con un triple después de tres minutos de sequía anotadora. La victoria estaba en el airea al inicio del último período y a la hora de la verdad los celestes no dieron la talla. Se vio superado tanto en el perímetro como en la pintura por un Valladolid que encontró en Mike Torres a su mejor pistolero para contrarrestar el arrebato de orgullo del Breogán, que montaba sus ataques con más corazón que cabeza y con excesiva ansiedad. Las posibilidades del equipo de Epi se vieron resumidas casi por completo cuando Christian Díaz cometió su quinta personal fruto de la desesperación. Sin el canario, los ataques iban a toda mecha y así era prácticamente imposible encontrar posiciones cómodas para anotar. Con un triple a falta de poco más de 2 minutos y medio, el Carramimbre Valladolid esfumaba todas las ilusiones de remontada de un Breo que en ese tramo final del encuentro tan solo anotó un punto merced a un tiro libre de Thomas de Thaey.

Consulte aquí las estadísticas