Moderada alegría en el inicio de la temporada de caza menor

la voz REDACCIÓN

DEPORTES

Miles de deportistas se echaron ayer al monte para iniciar una nueva campaña en la que la perdiz y el conejo se repartieron la mayoría de las zonas gallegas

21 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice el refrán que «nunca choveu a gusto de todos». Y así se demuestra una vez más en el inicio de la temporada de caza menor en Galicia. Las malas condiciones meteorológicas echaron para atrás a muchos deportistas en la primera jornada, pero los que acudieron vivieron la mañana y la tarde con ilusión, y comprobando, con una mesurada alegría, cómo había más piezas que el año pasado, aunque poco optimistas sobre la recuperación en relación a etapas anteriores.

«O feito de que chovese tanto fixo que as perdices non saíran. Víronse poucos cazadores», explicó Manuel Casares, presidente de la sección de caza de la Sociedad Val de Lemos. En el sur de la provincia de Lugo hay preocupación entre los cazadores por el descenso del número de conejos, debido al abandono del monte y por la existencia de muchas alimañas. Las perspectivas en lo tocante a la perdiz son más halagüeñas, ya que desde los distintos cotos repoblan cada año.

En el resto de la provincia el estreno de la temporada fue fructífera en líneas generales. Las perdices resultaron las auténticas protagonistas, sobre todo en los montes chairegos, donde se avistaron bandos «nalgúns casos de máis de 15 pezas», aseguró Manuel Rodríguez, asociado al Tecor Terra Chá. «Vexo que a xente vai para a casa bastante contenta», indicó José Gutiérrez, directivo del mismo tecor.

En la comarca de Deza, los cazadores se quejaron de una jornada floja en general y marcada por la lluvia y las dificultades derivadas de la cantidad de matorral en el monte. En Silleda apuntaban que la mayoría cazaron un conejo o ninguno, quitando un grupo de cuatro que se cobró seis piezas. En Lalín, el presidente de la sociedad de caza explicó que la jornada fue buena, que se vieron conejos y en cuanto a las piezas, hubo quien cazó y quien se fue a casa de vacío. En Rodeiro, en cambio, los cazadores se cobraron bastantes perdices y menos conejos, pero avistaron más de los que pensaban.

Ya en Ourense la jornada transcurrió dentro de los cánones de los últimos años, con mejores noticias en tecores que han realizado una mejor gestión de su territorio. Destacaron zonas como las de Serra Martiñá, Oseira y Piñor, donde al buen trabajo de los responsables de los cotos se une la ganadería que mantiene terrenos idóneos para perdiz y conejo. La primera de esas especies fue la que animó más el día en comarcas como las de Parada de Sil y Castro Caldelas.

Los barbanzanos lamentan la falta de perdiz y celebran el aumento de conejo

Un parco inicio de la temporada de caza deportiva, pero más esperanzador que el del año pasado. Así podría definirse la jornada inaugural vivida en el área barbanzana y en Mazaricos, donde los distintos colectivos pudieron comprobar que había más cantidad de conejo que en el 2018, frente a la gran desaparecida, la perdiz. Juan José Fontán, presidente de la Sociedade de Caza de Porto do Son -agrupación de cerca de 200 socios que actúa sobre un tecor de cerca de 10.000 hectáreas-, destacaba ayer que «a perdiz fracasou, este ano non nos veu arriba, pero conexo e faisán si que detectamos bastante», aunque también anotaba que habría que aguardar a ver cómo se desenvuelven las posteriores jornadas.

Ramón Paz, de la Sociedade de Caza e Pesca El Halcón de Mazaricos -grupo de dos centenares de miembros y uno de los grandes tecores coruñeses con 19.000 hectáreas-, señaló que la temporada no ha empezado tan mal como aguardaban y creen que pueden acabar obteniendo cifras similares a las del 2018, cuando el primer día una cuadrilla alcanzó las siete liebres. Esta especie parece ser la que más se está resistiendo en este arranque, algo de lo que Paz también ironizaba destacando que «hai lebre, pero tamén hai toxo dabondo».

Los deportistas de la Costa da Morte se quejan de la suciedad de los montes

En la Costa da Morte, aunque hubo lluvias intermitentes por la mañana y el terreno estaba muy mojado, los cazadores consultados hablaban, en general, de una jornada relativamente cómoda y de un problema recurrente: la falta de limpieza de los montes, con maleza de varios metros de altura que dificulta la reproducción de los animales e incluso cobrarse las piezas. «No monte de Cereo hai silvas de catro metros de altura e é tontería tirarlle a unha peza para perdela», explicaba ayer Pedro Añón, de la sociedad de Coristanco.

Fran Caamaño, desde la zona de Balarés (Ponteceso), señalaba que por la mañana «aínda que choveu» se cobraron dos conejos, que no está mal. Carlos Casás, desde la zona de Caión (A Laracha) también percibe el problema del abandono del monte.

Información elaborada por Juan Ventura Lado, Luis Conde, Ignacio Meitín, Luis Manuel Rodríguez, Antón Parada y Rocío Pérez Ramos