De amiga íntima a traidora: La mujer de Rooney tiende una trampa a la mujer de Vardy para descubrir cómo vendía sus secretos a la prensa

La Voz

DEPORTES

Instagram

Cruce de mensajes entre Coleen Rooney y Rebekah Vardy después de que la primera desvelase a través de instagram que la mujer del futbolista del Leicester estaba vendiendo sus secretos a The Sun

10 oct 2019 . Actualizado a las 09:02 h.

El término anglosajón que se utiliza para referirse a ellas es «WAGS», unas siglas para referirse a las «wifes and girlfriends» («esposas y novias» en inglés). Sus líos y amistades se han convertido en una de las tramas más habituales en las crónicas rosas que tanto gustan en el Reino Unido y su fama ha crecido a una velocidad exponencial gracias a las redes sociales. Están en el foco de los medios sensacionalistas británicos y eso es precisamente lo que ha terminado por separar de manera irreconciliable a dos pesos pesados de este colectivo. Coleen Rooney (esposa del exjugador del Manchester United e internacional inglés Wayne Rooney) y Rebekah Vardy (mujer del futbolista del Leicester y también jugador de la selección inglesa Jamie Vardy). 

La trama es de película. Coleen Roney, pese a tener 775.000 seguidores en instagram, es muy recelosa de su intimidad. No comparte sus stories de instagram con todo el mundo, por eso, al ver sistematicamente revelados sus secretos a la prensa, sabía que había un topo entre su círculo de confianza. Un traidor o traidora que estaba vendiendo sus secretos a un medio como The Sun. «Desde hace algunos años hasta ahora, alguien en quien confié para seguirme en mi cuenta personal de Instagram ha estado informando repetidamente al periódico The Sun sobre mis publicaciones e historias privadas», arrancaba el post que ha revolucionado el mundo rosa de las islas.

Coleen Rooney buscaba al culpable. Sospechaba de quién podía estar detrás, pero no podía afirmarlo con seguridad así que ideó una estrategia que señalaría de manera contundente a quien ella pensaba que estaba detrás de esta traición. Un plan que explicó a sus seguidores. «Para probar mis sospechas se me ocurrió una idea. Bloqueé a todo el mundo para que nadie pudiese ver mi instagram excepto a UNA cuenta». La venganza se estaba cocinando.

Coleen Rooney se dedicó en los últimos meses a publicar historias falsas. Desgracias y aventuras que supuestamente le ocurrían en su día a día y que eran de todo menos ciertas. Publicó que viajó a México para hacerse un tratamiento de «selección de género» en un intento desesperado por tener una hija. Y el Sun lo publicó. Anunció su regreso a televisión. Y el Sun se hizo eco. Se inventó que se le había inundado el sótano. Y, por supuesto, también lo supo The Sun. La víctima había caído en su telaraña. La única persona que había tenido acceso a esas historias era... Rebekah Vardy, esposa del jugador del Leicester Jamie Vardy y supuesta amiga íntima de Coleen. Las redes estallaron ante tamañana traición. 

 Rebekah Vardy también ha contestado con una carta en instagram. Pocos creen ya a la mujer del futbolista del Leicester que parece haberse embolsado una buena suma vendiendo estas «exclusivas» al medio sensacionalista inglés por excelencia. Ella, aun así, se ha defendido. «Como te acabo de decir por teléfono, ojalá me hubieses llamado si pensabas eso. Nunca he hablado con nadie sobre ti como varios periodistas que me han preguntado por ti podrían asegurar. Si pensabas que esto estaba pasando podrías habérmelo dicho y podría haber cambiado mis contraseñas para comprobar si dejaba de pasar», explicaba Rebekah atribuyendo el caso a una suplantación de identidad o al robo de sus contraseñas. «Durante años mucha gente ha tenido acceso a mi instagram y justo esta semana descubrí que estaba siguiendo a gente que yo no conocía y que nunca me han seguido a mí. No quiero que suene raro, pero no necesito dinero. ¿Qué ganó yo vendiendo historias sobre ti? Te tengo mucho aprecio Coleen y estoy muy disgustada que hayas elegido hacer esto, especialmente cuando estoy en un momento tan avanzado de mi embarazo. Estoy disgustada de que tenga incluso que negar esto. Deberías haberme llamado primero», finalizaba.

El culebrón esta montado y la repercusión está siendo brutal en Reino Unido. Podrá haber reconciliación o no, pero audiencia no le va a faltar.