El triunfo humilde de «una cabeza dura como una piedra»

Lucía Rey
LUCÍA REY VIVEIRO / LA VOZ

DEPORTES

Pedro Esmoris, en una imagen de archivo
Pedro Esmoris, en una imagen de archivo

Pedro Esmorís, de la AD San Roque, con la que entrenó el atleta, destaca sus valores como persona además de su potencial deportivo

02 oct 2019 . Actualizado a las 15:52 h.

Trabajador incansable, constante y tenaz, y a la vez «humilde y con la cabeza como una piedra». Así es Adrián Ben Montenegro (Viveiro, 1998) en palabras de Pedro Esmorís, de la Agrupación Deportiva San Roque, con la que el atleta entrenó durante algún tiempo cuando salía del colegio, el CEIP Santa Rita de Galdo, donde también entrenaba con el profesor Luis Ramallal, el primero en detectar su enorme potencial. De todos ellos se acordó Ben nada más conocer que accedía a la final de Doha. 

Agradeció primero a sus padres el «esfuerzo muy grande» que han hecho por él desde que era niño, pero también a Mariano Castiñeira, su entrenador en el Lucus Caixa Rural, el club de atletismo de Lugo con el que dio el salto a la competición nacional e internacional; así como a Luis Ramallal, a Pedro y a Felipe, de la citada agrupación deportiva. «Es todo mérito de él porque hubo muchos niños muy buenos que no llegaron o no estuvieron en esa edad bien aconsejados», reconoce.

Catorce años después de su primera medalla en un cros en Viveiro, su nombre resuena en las retransmisiones. «¡Están volando, están volando!», relataban los comentaristas de Teledeporte durante la semifinal de Adrián Ben, la más rápida de las tres de 800 metros, y una de las más veloces de los últimos años. Que el ritmo de carrera fuera tan rápido permitió que el atleta mariñano entrase por tiempos en la gran final que se disputará hoy, y el «culpable» de ese endiablado ritmo, que dejó casi en la cuneta y exhaustos a algunos de los favoritos fue el puertorriqueño Wesley Vázquez, a la postre ganador de la prueba. Poco después de acabar, Vázquez y Ben chocaron las manos en señal de respeto, reconocimiento y felicitación mutua.

El padre de Adrián, Antonio Ben, explicó este lunes a La Voz la curiosa coincidencia, que parte de la admiración mutua de ambos deportistas. «Hai dous meses nin se coñecían, pero entraron en contacto a través das redes sociais, como Instagram, e Wesley fíxolle chegar por sorpresa unha camiseta firmada dunha carreira moi prestixiosa que gañou hai pouco, a Diamond. A Adrián cáelle ben e díxome: ‘Só falta que coincidamos en Doha!’. E non só coincidiron en Doha senón que lles tocou na mesma serie, na que Wesley tirou a morte, tanto que acabou facendo posible que Adrián entrara na final por tempos porque o fixo correr coma un xabato. Son deses caprichos do destino!», comentó ayer Ben, que estos días despierta sin saber si lo que vive su hijo es un sueño o es real.