El infierno del maratón de Doha: desvanecimientos, calor, y casi la mitad retiradas

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La keniana Ruth Chepngetich, conquistó la prueba con un ataque en el kilómetro 35 y venció con un tiempo de 2.32.43, la peor marca de la historia de los campeonatos.

28 sep 2019 . Actualizado a las 18:45 h.

La caldera de la bahía de Doha acogió la prueba de maratón femenino. La carrera de la supervivencia ante las dantescas condiciones climáticas en las que se celebró la prueba, a pesar de ser noche: 33 grados y un 73 % de humedad y en la que acabaron abandonando 25 de las 68 participantes.

La polémica sobre le calor y la humedad de Doha había amenizado la víspera de los campeonatos, y el propio presidente de la IAAF, Sebastian Coe, tuvo que salir al paso de los rumores alarmistas que apuntaba a la posible cancelación del maratón femenino. Era la primera de las cinco pruebas que se celebraba fuera del refrigerado estadio Khalifa, junto a la bahía de Doha.

Tras la ceremonia de apertura las participantes tomaron la salida al borde la media noche en una carrera en que el calor y la humedad se iban a convertir en una lucha por la supervivencia. El termómetro marcha 29,5 grados y el límite para sacar la bandera negra y anular la prueba era de 28, pero el director de competición decidió seguir adelante con los planes.

Las consecuencias fueron evidentes. Las ambulancias comenzaron a llegar y las atletas se retiraban en sillas de ruedas. La keniana Ruth Chepngetich, conquistó la prueba con un ataque en el kilómetro 35 y venció con un tiempo de 2.32.43, la peor marca de la historia de los campeonatos.

La única representante española, Marta Galimany, pudo completar la prueba a pesar de los problemas estomacales que sufrió en la mitad de la carrera. «Me ha obligado a disminuir el ritmo y mantener la posición porque no podía arriesgar más», comentó la atleta catalana.