El Obradoiro reconquista la Copa Galicia

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Fruqui

Hizo valer su juego colectivo ante un COB que se aferró a Balaban

23 sep 2019 . Actualizado a las 16:15 h.

El Monbus Obradoiro vuelve a ceñirse la corona de la Copa Galicia tras doblegar en la final al COB: 89-65. Los santiagueses acabaron imponiendo su juego colectivo y con más recursos en ataque. Repartieron la anotación entre todos los jugadores. En las filas ourensanas también sumaron puntos todos los integrantes, pero con excesiva dependencia de Balaban.

El arranque de partido tuvo un solo color, el azul del COB. Durante tres minutos los ourensanos lo hicieron todo bien y fácil frente a un Monbus Obradoiro que no compareció, errático en ataque e inexistente en defensa. El resultado de todo ello, un parcial 0-9.

La reacción de Moncho Fernández fue inequívoca. De un plumazo cambió a los cinco jugadores de pista y el partido se fue equilibrando desde la defensa. Hasta entonces el COB conseguía posiciones cómodas de tiro, sin necesidad de alardes, con una buena circulación de balón hasta encontrar a Balaban cerca del aro o a algún lanzador de larga distancia sin oposición. A partir de ahí se le fueron cerrando los espacios.

Pepe Pozas le dio otro ritmo al equipo, Muñoz asumió protagonismo en ataque, Kostas necesitó tres lanzamientos para hacer su primer triple pero brilló en el pase. Dentro, Spires y De Zeeuw cerraron mejor el rebote, si bien el pívot sueco sufría atrás ante Balaban, a quien sabía buscar muy bien el COB en el poste bajo. El primer cuarto acabó con empate a 22.

En el segundo el Monbus Obradoiro abrió brecha con un guion al que no está habituado. Casi todos los puntos llegaron cerca del aro, sin abusar del lanzamiento triple. Arrancó con un alley oop de Daum y otra canasta del pívot americano hundiendo el balón en el aro, en la lucha por el rebote.

García de Vitoria devolvió a pista a Van Wijk para tratar de frenar esa sangría. Lo consiguió a medias, porque Brodziansky tomó el relevo de Daum.

La defensa del Obradoiro no tenía nada que ver con la del inicio. Ahora era Serrano, la otra torre cobista, quien hacía daño en la pintura. Pero no le acompañaban aliados.

Los santiagueses no dejaron de producir y cerraron el acto con la máxima ventaja después de dos triples seguidos, uno de Magee medio ladeado y otro de Calloway, que robó el balón, avanzó y se clavó junto a la línea de 6,75. El acto se cerró con una bronca de Moncho a Magee que se escuchó en todo el pabellón. El escolta, en lugar de agotar la última posesión, se jugó un triple tempranero innecesario.

Tras el descanso hubo un factor diferencial a favor del COB: de nuevo Balaban, con ocho puntos en menos de cinco minutos, a pesar de vérselas con Kravic. Por esa grieta recortó distancias el colectivo de Gonzalo de García de Vitoria y obligó a Moncho Fernández a pedir tiempo muerto, con 51-42.

En menos de veinte segundos Kostas Vasileiadis hizo seis puntos, con un triple y tres tiros libres tras robo de balón. Otra pérdida obligó al técnico azul a pedir tiempo. El tercer acto se cerró con quince de renta para los santiagueses: 68-53.

La suerte estaba echada. Y más cuando Balaban tuvo sus minutos de descanso.. Sin él en pista el COB perdió el faro que alumbraba el ataque. Y el Obradoiro fue ensanchando diferencias, a la carrera, sin alargar las posesiones.

Obradoiro 89: Calloway (8), Magee (6), Czerapowicz (6), Brodziansky (10) y Kravic (5) -cinco inicial-. De Zeeuw (5), Spìres (9), David Navarro (7), Daum (14), Álvaro Muñoz (8), Pozas (2) y Vasileiadis (9).

Ourense: 65: Pol Figueras (4), Wood (4), Edu Martínez (8), Van Wijk (4) y Balaban (23) -cinco inicial-. Vázquez (2), Tshikaya (2), Ott (7), Serrano (8) y Pluta (2).

Parciales en cada cuarto: 22-22; 23-9; 23-22; y 21-12.

Árbitros: Miguel Ángel Pérez, Jacobo Rial e Iyán González.

Incidencias: Pabellón de A Raña, en Marín. Final de la Copa Galicia.