
El colombiano gana el Tour de Francia del 2019 y se convierte en el tercer corredor más joven en ganar la ronda gala, el primero en los últimos 110 años
28 jul 2019 . Actualizado a las 21:31 h.El Tour de Francia de 1904 coronó a Henri Cornet. El francés -que falleció en 1941- se proclamó vencedor de la carrera a los 19 años y 352 días de edad siendo, aún a día de hoy, el ciclista más joven en ganar nunca la Grande Boucle. Durante aquel Tour el pelotón tuvo que soportar pedradas, asaltos, barricadas, cristales en el asfalto, disparos y todo tipo de trampas. Que si uno cogía un tren, que si otro se subía a un coche para descansar... Tal fue el descontrol que Cornet, que había finalizado quinto la carrera, se erigió como ganador final tras la descalificación de los cuatro primeros por razones que aún se desconocen.
Nada tiene que ver aquello con el ciclismo ultraprofesional de hoy en día, en el que Egan Bernal inicia su reinado. En París, Bernal se convirtió en el tercer ganador más joven de la historia del Tour. El más joven del último siglo amenazando a compañeros y espectadores con un reinado sin límites y en el que no se atisba rival. Para tomar alguna referencia, Indurain ganó su primer Tour con 27 años y Eddie Merckx venció por primera vez con 26. Ambos ganarían cinco. Bernal se ha coronado un año más joven de lo que lo hicieron Hinault y Anquetil, los otros grandes dominadores de la ronda gala.
Es cierto que hubo corredores precoces a los que les entró la pájara en la subida hacia la gloria. Han sido pocos, pero sus rivales a algo deberán aferrarse para no tirar la toalla antes de tiempo por mucho que las perspectivas de futuro sean bastante desalentadoras. Porque si su talento, su precocidad o su ambición -se echó la presión sobre la espalda públicamente diciendo que quería ser el primer colombiano en ganar el Tour, una obsesión de generaciones para la nación- no fuesen suficientes para hacer temblar a todo el pelotón, resulta que, además, está en el mejor equipo del circuito World Tour. El Ineos, heredero del Sky, ya ha llevado a lo más alto del cajón francés a Bradley Wiggins (2012), Chris Froome (2013, 2015, 2016 y 2017) y a Geraint Thomas (2018) y que presumiblemente trabajará , una vez Bernal se ha encargado de descabalgar al galés del rol de jefe de filas, para hacerlo campeón año tras año en París. Y al colombiano, si le respetan las caídas, su gran debe, le quedan muchos Tours por correr.
«Bernal es un Federer que necesita su Nadal», dijo ayer Christian Prudhomme, director del Tour de Francia y que parece preocupado por encontrar un talento que amenace mínimamente el dominio de Bernal de cara a ofrecer un espectáculo potable en los próximos veranos.
Este corredor esperará vestido de amarillo a que aparezca su némesis. Alguien deberá encontrarla, como hicieron con él. El colombiano pedía ayuda en el 2014 a través de Facebook para recaudar dinero para poder asistir al mundial de ciclismo de montaña que se celebraba en Noruega. Acabó segundo en su categoría. Alguien le vio talento para cambiar la montaña por la carretera y acertó.