La dura confesión de la tenista Paula Badosa: «He pasado por momentos de ansiedad, depresión y miedo»

La Voz

DEPORTES

ANDY RAIN | EFE

La deportista reconoce que recurrió a especialistas «para que me ayudaran a salir de ahí porque no tenía ganas ni personal ni profesionalmente de hacer nada»

19 jul 2019 . Actualizado a las 22:32 h.

La tenista española Paula Badosa confesó haber pasado «por muchos momentos de ansiedad y de depresión» que le llevaron a sentir «miedos» que le impedían jugar al tenis, pero de los que se ha recuperado, gracias en buena parte a la llegada de Xavi Budó como entrenador, que ha provocado que haya pasado página y que se dé cuenta de que no pasa «nada» por perder un partido. «Pasé por muchos momentos de ansiedad, de depresión, lo reconozco. Estuve con especialistas para que me ayudaran a salir de ahí porque no tenía ganas ni personal ni profesionalmente de hacer nada. Perdía la ilusión de jugar al tenis, no disfrutaba nada cuando iba a jugar, sentía una presión y una obligación y unos miedos y no quería competir ni entrar en pista», remarcó Badosa en una reportaje de LaLigaSports.

Para la catalana, «la forma» en la que vivía antes el tenis «igual no era la adecuada» y que para ello debía «cambiar mucho» su estilo de vida en cosas como «ser más profesional» en temas de «alimentación» o «entrenar bien cada día».

Y en ese punto comenzó a ser clave la llegada de Xavi Budó como técnico, con el que empezó a regular mejor esas cosas para que estuviese «más tranquila dentro de la pista» y pudiese «sacar el tenis» que llevaba «dentro». «Xavi siempre ha creído mucho en mí y me ha ayudado para seguir adelante porque cuando tienes a alguien al lado que cree tanto en ti al final tú acabas creyendo más en ti y te da esa fuerza para seguir avanzando. Él me dijo las cosas muy claras, muchas verdades que a lo mejor a mucha gente no le gustaría escuchar, pero lo asimilé bien porque tenía muchísima razón en todo», añadió.

Badosa comenzó entonces a darse cuenta de que perdía un partido y que «no pasaba nada», dándose cuenta de que el tenis «es un deporte a largo plazo». «Siempre quiero ganar porque soy muy competitiva, pero ahora intento relativizar más e ir a por el siguiente», expresó. «Empezamos bien, pero vino en un momento como un bloqueo al decir que podía ser profesional y me vino como un miedo que no sabía explicar. Fueron dos meses que me costaba mucho competir y que lo pasaba mal fuera y dentro de pista, pero Xavi estuvo mucho conmigo y me dio cariño y todo lo que necesitaba, sobre todo mucho apoyo», se sinceró.

En este 2019, la tenista española, actual 116 del ranking WTA, ha empezado a brillar más, jugando en los cuadro principales del Abierto de Australia y Wimbledon. «Cuando pasé la previa de Australia me puse a llorar y era porque lo valoraba todo mucho más, ahora cada partido o un punto que gano sufriendo lo valoro mucho más. Ahora me siento con mucha ilusión y disfruto sufriendo, es algo impagable para mí», recalcó.

Budó se encontró «un juguete roto»: «Le recordó lo buena que era»

Por su parte, Xavi Budó aseguró que cuando decidió entrenar a Paula Badosa, esta era «un juguete roto». «Creía poco en ella en como tenista, estaba un poco en un túnel oscuro, y quise recordarle lo buena que era y que le había dicho en tiempos pasado cuando estaba con nosotros», indicó, remarcando que la tenista debía cumplir un «proceso como persona y tenista para llegar a cumplir sus sueños».

El preparador catalán no olvida que actualmente se vive en una sociedad «donde el éxito es ganar y el fracaso es perder» y por ello se centró en tener «muchas charlas» con la gerundense «para recuperar su autoestima y ver las cosas buenas que tiene y que, las que tiene que mejorar, irlas mejorando gradualmente».

La misión de Budó era que Badosa se quisiese «mucho más» y que creyese y confiase «más en ella», intentando «entender mucho más a la persona y a la mujer que la tenista» para conseguir que cuando ejerciese de tenista se sintiese «más potente y más feliz con lo que hace». «Lo que más feliz me ha hecho fue cuando hace una semana me dijo que desde que se levante hasta que se va a dormir se siente feliz y con ganas de reír todo el día», celebró Budó, que admitió que la tenista le decía que en septiembre del año pasado «lloraba dos veces al día porque se sentía con miedo y ansiedad». «Ahora ha entendido el sentido de la vida y de la felicidad», aseveró.

Así, ahora, le gusta que Badosa «sueñe». «Paula es muy emocional. A veces te olvidas de mirar las cosas con perspectiva y ahora ha salido la Paula que dice que no quiere ponerse ningún límite y que se ve en algún tiempo jugando con las mejores. Le tengo fe ciega, ha nacido para ser grande», sentenció.