El tenis de ataque total con el que Roger Federer tumbó a Rafa Nadal

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

CARL RECINE | REUTERS

El tenista suizo tumbó a Rafa Nadal con un juego de ritmo muy alto y una agresividad de alta precisión

12 jul 2019 . Actualizado a las 22:09 h.

Roger Federer tumbó a Rafael Nadal es las semifinales de Wimbledon. El balear, habitualmente capaz de dar la vuelta a cualquier partido, sucumbió ante las virtudes y, sobre todo, ante la increíble forma físico de un tenista a punto de cumplir los 38 años.

El cambio de Federer

Apuesta por el ataque. Durante años, Rafa Nadal dominó a Federer tácticamente y ya desde el partido del Abierto de Australia del 2017, el suizo se dio cuenta de que tenía que practicar un juego de ataque absoluto sobre el español. Ese fue su objetivo en estas semifinales. Roger Federer impuso al partido el máximo ritmo posible siendo tremendamente agresivo, restando muy delante y no dejándole en ningún momento la iniciativa al tenista balear.

El arranque del duelo

El primer set, clave. El primer set fue vital para el desarrollo del resto del partido. Es muy complicado levantarle un partido a Nadal cuando consigue imponerse en la primera manga. Federer lo sabía. En el tie-break, el español tuvo un 3-2 a favor para apuntarse el primer set en el marcador pero perdió cinco puntos seguidos. De haberlo logrado hubiese sido una inyección de moral tremenda. Es raro que a Nadal se le escape un 3-2 y sacando él en el desempate, pero Federer no le dejó ni un segundo para pensar y sorprendió a Rafa con un juego que le atosigó en todo momento.

Una falsa recuperación

El segundo set, un espejismo. En la segunda manga del partido se vio ese bajón de Roger Federer que acusó el altísimo ritmo del arranque del duelo. Pero en el tercer set el suizo volvió a imprimir un ritmo frenético al partido no dejando a Rafa imponer su juego con un revés extraordinario y consistente como pocas veces le he visto y con una derecha demoledora, sacando de forma efectiva, restando muy agresivo y no dejando a Nadal tomar la iniciativa en el primer golpe después del saque.

Roger dominó en el tercer y cuarto set, acabando con la resistencia de un Nadal que se veía incapaz de ganar hasta en su propio terreno, el intercambio de golpes largos desde el fondo de la pista.

Arreón final inútil

Nadal trató de tirar de épica. Solo la épica en el último juego, levantando varias pelotas de partido, sostuvo a Nadal. Ahí Rafa jugó sus mejores golpes, pero no logró desconcertar al suizo que mantuvo su extraordinaria línea de acierto y su altísimo ritmo de juego.

Un tenis estelar

Un jugador eterno. Hay que destacar que Roger Federer jugó ayer uno de los mejores partidos que se le han visto en los últimos tiempos. Con una movilidad y un ritmo impropios de un jugador de sus edad. Tendrá que repetir este nivel si quiere tumbar mañana a Djokovic en la final.