El delantero, sancionado por el Atlético por no ir a los entrenamientos, sería presentado sin público para evitar polémicas tras resolverse mañana su libertad
11 jul 2019 . Actualizado a las 22:35 h.Una vez que el Barcelona considerara agotadas las opciones de negociar plazos con el Atlético de Madrid para pagar la cláusula de Antoine Griezmann, el club azulgrana se puso manos a la obra para depositar los 120 millones que permitirán la salida del francés del equipo dirigido por Diego Simeone.
Esto sucederá, oficialmente, mañana, que es el día en el que Griezmann estará legalmente obligado a presentarse a entrenar con el Atlético. Aunque el equipo rojiblanco comenzó su pretemporada el domingo en Los Ángeles de San Rafael el delantero decidió no hacerlo. Lo hizo sabiendo que tendría un expediente y una sanción económica pero confiando en que el fichaje se anunciase de manera inminente y con la seguridad de que sus 30 días de vacaciones son legales por convenio, ya que fueron peleados por FIFPro y que figuran en el BOE.
El Atlético, molesto por la actitud del futbolista, al que obligó a hacer un vídeo el día que confirmó al club una salida con la que ya contaban desde marzo, sí forzará esta vez al comprador a ejecutar el pago íntegro de su cláusula, que tiene un valor de 120 millones desde el pasado 1 de julio. Este jueves, el Barça transfirió el dinero para que un abogado del jugador complete mañana el procedimiento legal en la sede de la Liga. De nada sirvió la reunión entre Óscar Grau y Miguel Ángel Gil Marín, previa a las declaraciones de Josep María Bartomeu, que llevaron al Atlético a lanzar un comunicado criticando el «comportamiento de ambos» (del presidente del Barcelona y de Griezmann), proponiendo un traspaso, algo a lo que se niegan en el Metropolitano, pese a que Semedo interesa a Simeone. El caso es que la Real Sociedad se lleva un 20% del pago de la cláusula de rescisión.
El Barcelona quería usar la semana actual para el aterrizaje de Griezmann. La idea era que el francés ya hubiese estado hoy en Barcelona después de haber pagado el importe de su libertad para ser presentado este viernes hasta el 2024, después de hacerse la tradicional fotografía en la tienda. La presentación de Griezmann no será en el Camp Nou. El cambio de césped del estadio es una buena coartada para no hacer un evento abierto, ya que el plante del francés con el documental La Decisión aún molesta entre una afición que tiene sensación de déjà vu en este culebrón de verano y ya gritó «Bartomeu dimisión» en la de Frenkie de Jong. Además, se duda de la idoneidad de entregarle el número 7 estando Philippe Coutinho en la plantilla, como hizo el Atlético con Joao Félix, porque parece una manera de rebajar el caché del brasileño, siga o no en la entidad.
Todos los preparativos serán completados antes de que Griezmann se ponga ya de corto el lunes junto al resto de sus compañeros. El plan se retrasó porque hasta mañana no será oficial la libertad del atacante, de espera ya en Madrid tras unas vacaciones en Estados Unidos e Ibiza. Hasta que no se desvincule, el francés, que no pisaría el Camp Nou hasta el Trofeo Joan Gamper, el próximo 4 de agosto, debe seguir pagando multas a la espera de poder ponerse a las órdenes de Ernesto Valverde. Tiempo suficiente para que explique «su error» del 2018 a su nueva afición.
Otros fichajes prioritarios
Valverde está contento con Griezmann por su versatilidad y por su trabajo. Sin embargo, asiste con preocupación a que no se han fichado jugadores para varios puestos en los que no hay recambio desde hace tiempo. Tampoco se solucionaron con parches en el mercado de invierno desde la dirección deportiva, que apostó por Jeison Murillo y Kevin Prince Boateng pese a que las peticiones del técnico fueron distintas. Aquí hay que hace énfasis en el caso del delantero, porque las preferencias del entrenador eran Fernando Llorente o Carlos Vela. Tras las salidas de estos cedidos, Valverde ha insistido que el equipo debe reforzarse en el central derecho, el delantero centro y también en el lateral izquierdo para dar aire a Gerard Piqué, a Luis Suárez y a Jordi Alba.