Tras la gran acogida que tuvieron las elásticas de la pasada campaña, el Deportivo ha tropezado con sus diseños para esta temporada con un sector importante de la afición. La arriesgada apuesta del club de cambiar la orientación de las rayas de la camiseta por primera vez desde que en 1910 el equipo apostase por las franjas verticales blancas y azules ha dividido a la parroquia deportivista entre quienes aplauden un diseño innovador y único y los que ven una afrenta al añejo armario deportivista.
El club, después de que los diseños se filtrasen y corriesen como la pólvora por las redes sociales la noche anterior, dio ayer sus explicaciones sobre el porqué de esta apuesta. «La nueva equipación blanquiazul está inspirada en las banderas del Dépor que inundan la ciudad cada vez que se acerca un acontecimiento importante, recordando especialmente como la ciudad se tiñó de blanquiazul en cada ascenso de categoría y, fundamentalmente, en el primer gran recuerdo en color del deportivismo, el de 1991», asegura el conjunto en un comunicado. Quieren desde la entidad que sirva también esta nueva camiseta para homenajear a las extintas secciones polideportivas del equipo coruñés y que, en muchas de sus disciplinas (ciclismo, atletismo, boxeo...) utilizaba un uniforme con las rayas en sentido horizontal.
Así justificaba la entidad una decisión histórica que no ha acabado por convencer demasiado a la afición. En la encuesta abierta por Torre de Marathón en la página de la web de La Voz de Galicia un 53 % de los votos respondían que «no» a la pregunta de si aprobaban la nueva primera equipación del conjunto.
El Deportivo pretende que la nueva colección de camisetas- unos diseños que llevaban preparándose desde hace meses- sirvan como homenaje a los 75 años de historia del estadio de Riazor. Por eso la segunda equipación lucirá impresa la torre de Marathón sobre un fondo verde en un tono similar al de la camiseta Adidas del curso 1997-1998. Vota aquí.
A favor
Lo ideal, unir tradición, márketing y diseño
No creo que deba haber debate alrededor del nuevo diseño de la camiseta, si en dicho debate incluimos la falta de respeto al deportivismo, sus tradiciones e iconografía.
De hecho, lo que no me gusta de la nueva equipación es el diseño, y no tanto la propuesta conceptual y tratar de evolucionar. Debemos dejar a un lado los dogmas y el inmovilismo, que no conducen a ningún sitio.
Hemos visto como clubes tan puristas y fuertemente enraizados como el Barça modifican sus equipaciones desde hace más de una década (y con una polémica tras otra).
Estamos en el siglo XXI, el de la comunicación, el branding y los cambios vertiginosos. Respeto a quien defiende las tradiciones y percibe una traición a los colores en esta evolución, pero uno puede dar un giro sin dejar de ser fiel a la esencia y a la historia. Lo digo desde mi más profundo amor al club y a sus «colores».
Luego siempre hay motivos comerciales en todo cambio, que son importantes para la supervivencia del club. A mí personalmente el diseño no me gusta, y creo que podría haberse hecho una propuesta mucho más atractiva y sofisticada, que no se ha conseguido. Propongo que se plantee un concurso de diseño con gente joven de escuelas de moda gallegas (tenemos varias de las mejores del país).
Pero estoy totalmente a favor de los cambios, con ser más libres al plasmar nuestra historia, en no anclarnos en los dogmas ni en el pasado.
Lo perfecto sería hacer convivir el aspecto comercial, el estético y la tradición. A veces es pedir un imposible.Yo aplaudo la decisión del club, pero le pido que haga una propuesta más atractiva y actual en cuanto al diseño. Nuestra camiseta merece algo mucho más vistoso y contemporáneo.
Debemos atrevernos a romper los códigos, pero cuidar más nuestra imagen.
Todo acaba teniendo que evolucionar, si no te adaptas, mueres.
Autor
Ton Pernas es empresario y director creativo, a punto de lanzar Wawalan
En contra
Un símbolo ajeno para parte de la afición
La nueva camiseta del Deportivo, que abandona el tradicional modelo de rayas verticales blanquizules por unas horizontales, está suscitando un intenso debate.
Qué duda cabe, como diría el gran Arsenio, que la camiseta es un pilar fundamental en la identidad de un club y permite a las aficiones tener unas bases en la tradición simbólica a nivel cultural y, por otro lado, la forma en que los clubes/marcas han difundido un símbolo corporativo a nivel global.
El debate estos días es interesante desde el punto de vista sociológico, ya que encontramos personas defensoras de las tradiciones y valores, utilizando canales de comunicación propios de una moderna sociedad digital, y donde se mezclan una interpretación psicológica de la camiseta que camina entre la verdad objetiva del símbolo y el contexto situacional de la persona que vive ese símbolo.
El diseño de la camiseta, como prenda de vestir en sí, puede parecernos bonito, y entiendo las necesidades a nivel mercadotécnica de variar de modelos de una temporada a otra, pero existen otras dos equipaciones para innovar; y sobre todo discrepo del momento elegido para el vuelco, con el club sumido una grave crisis deportiva y donde el riesgo de desafección de un sector importante de la afición es real. Iniciativas de este estilo pueden dividir a la afición, sin duda el principal patrimonio del Deportivo.
Por eso el modelo es, a mi juicio, desacertado y puede provocar que una parte de la afición no sienta cómo representativa la camiseta en el momento que hace falta, más que nunca, la unión del deportivismo. En ausencia de grandes referentes deportivos, el valor emocional es el asidero al que nos agarramos los deportivistas para seguir una temporada más las andanzas del equipo de nuestros amores.
Autor
Nacho Álvarez es sociólogo y socio número 3.999 del Deportivo
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