El Estudiantil, que aún no anunció su postura, aceptará demorar un año su ingreso
10 jul 2019 . Actualizado a las 12:10 h.El Estudiantil decidió aplazar hasta el viernes su respuesta a la Real Federación Gallega de Fútbol tras la propuesta planteada anteayer por esta institución para definir la incorporación del club estradense a la Tercera División, dando así cumplimiento a la sentencia del TSXG que le daba la razón tras casi tres años de litigios por tres puntos de un partido contra el Arzúa que hubieran supuesto su ascenso directo en la temporada 2016-17. En espera de esa comunicación oficial, la balanza parece inclinada a aceptar la fórmula transmitida por el organismo federativo y que el Estudiantil entre en la Tercera gallega en la temporada 2020-21.
Si de forma definitiva se refrenda esa postura, los estradenses bajarían la próxima temporada a Tercera Autonómica. La Real Federación Gallega de Fútbol planteó esa medida para no adulterar la competición, ante la falta de alicientes deportivos para el Estudiantil, que pasase lo que pasase estaría en Tercera División al año siguiente. El club descendía esta campaña a Primera Autonómica, pero incluso había remitido un escrito a la federación solicitando jugar un peldaño más abajo, en Segunda.
El previsible acuerdo quedaría de todas formas supeditado a lo que diga la Real Federación Española de Fútbol, a la que ya se consultó desde Galicia. Pero también a un posible, pero improbable, recurso de la Xunta ante el Supremo tras el fallo del TSXG.
Con este acuerdo, la Real Federación Gallega de Fútbol gana tiempo para reestructurar sus categorías. El tema debe pasar por la Comisión de Tercera División, pero todo apunta a que solo habrá una campaña con 21 clubes en la categoría, con el incordio que supone, pues se prolongaría la competición y habría jornadas de descanso para todos los equipos.
De cara a esa misma temporada 2020-21, queda por definir si se habilitaría un descenso más o en un ascenso menos desde Preferente. Es decir, habría que elegir entre dos opciones: o bajarían de forma directa cinco equipos de Tercera a Preferente -en lugar de los cuatro actuales-, o subirían tres clubes a la cuarta categoría nacional -y no los cuatro actuales-. A partir de la liga 2021-22 todo volvería a la normalidad. En todo caso, el tema se someterá a debate en los órganos correspondientes de la RFGF.