Está cogiendo las medidas a sus nuevas obligaciones y apuesta de manera decidida por la formación
30 jun 2019 . Actualizado a las 11:25 h.Iván Cancela (Anxeriz, 1982) se vio obligado a colgar las botas a los 24 años, por una lesión. Siempre tuvo clara su vocación por los banquillos, aunque quizás no contaba con iniciarse de manera tan temprana. Lleva una década dirigiendo equipos modestos, en Preferente, repartida entre el Xallas (en dos etapas), el Dubra, el Sporting Zas y esta temporada el Sofán. Y se apresta a abrir una nueva página como presidente del Comité Galego de Adestradores y director de la Escola de Adestradores.
-¿Lo embarcaron en esta nueva aventura o se embarcó usted?
-Todo surgió a raíz de que Manuel Mosquera fichó por el Extremadura. Antes no habíamos hablado nada. Soy asambleísta de la Federación Galega de Fútbol y miembro de la Comisión Delegada. Llegó la propuesta de Rafael Louzán y su directiva, y acepté.
-¿Le costó tomar la decisión?
-No lo dudé. Es una oportunidad y, al mismo tiempo, una gran responsabilidad, la de seguir con la gran labor que se está haciendo y ayudar a progresar un poco más. Se trata de estar al servicio de los entrenadores gallegos y de su formación.
-¿Cuántos integran el colectivo en Galicia?
-Más de tres mil, incluyendo el fútbol sala, el fútbol gaélico y el fútbol playa.
-¿Qué objetivos se marca como prioritarios?
-Esta es todavía una fase de aterrizaje, de visitar todas las delegaciones, escuchar y recoger las impresiones de la gente, sobre todo en aquello que creen que se puede mejorar, y también lo que está funcionando bien. Después tocará ponerse manos a la obra.
-¿En qué se centra el Comité y en qué la Escola?
-Las funciones del Comité son controlar las licencias, intervenir entre equipos y entrenadores y organizar jornadas de reciclaje y formación. La Escola se ocupa de toda la formación. Los entrenadores tienen que saber que tanto el Comité como la Escola es su casa y que estamos a su disposición. El fútbol avanza, hay que ir a la par, ponernos al día, y la actualización es fundamental.
-¿Qué me dice de la formación en la base?
-Es importantísima. Trabajar con las categorías de base conlleva muchas cosas y los entrenadores deben controlar muchos registros. Es mucho más complejo de lo que puede parecer. Están educando, en edad formativa, y los deportistas pueden adquirir mucho aprendizaje. Los entrenadores también tienen unos deberes, y creo que se ha avanzado mucho en esta línea.
-¿Diría que el fútbol gallego atraviesa un buen momento?
-Creo que la formación está llegando a todos los rincones de Galicia. Diría que es un momento extraordinario y que hay que seguir avanzando. Es un placer trabajar para todo el fútbol gallego en este momento.
-Aparte de la tarea de despachos, le quedará el oasis de dirigir a la Selección de Galicia en la Copa de las Regiones de la UEFA.
-Así es. Tanto mis colaboradores como yo llevamos tiempo siguiendo la categoría. Será un orgullo dirigir esta selección. La competición es en diciembre, pero habrá entrenamientos previos para ir preparando el equipo.
-¿Siempre tuvo claro que quería ser entrenador?
-La verdad es que cuando era jugador ya me picaba el gusanillo de entrenar. Siempre estuve vinculado al fútbol base del Dubra y al equipo femenino. A partir de la lesión que tuve con 24 años decidí de manera inmediata dar el salto a los banquillos.