A sus 46 años, el coruñés José Ángel López lleva casi media vida afincado en el Reino Unido pero con un pie en Galicia, adonde regresa cada vez que se le presenta la ocasión. Sobre todo si tiene la oportunidad de hacer coincidir la visita con una de sus grandes aficiones, las carreras de fondo. Disputó las primeras cinco ediciones del maratón de A Coruña, y este año la media maratón. También corrió las de Madrid y Liverpool. Y puso el ojo por primera vez en Os 21 do Camiño, en los 21 kilómetros que separan Palas de Rei de Melide siguiendo la Ruta Xacobea.
En más de una ocasión hizo el Camiño de Santiago, conocía bien el recorrido y se inscribió para la prueba que se celebró el sábado. Pero esa primera experiencia le dejó un sabor agridulce porque no pudo completar la carrera: «En el kilómetro 14 sentí un pinchazo y tuve que parar».
Al explicar ese momento se le notan los años que lleva entre británicos: «Todo el mundo se portó muy bien. Otros atletas se paraban para interesarse, los marshalls, o sea los voluntarios, la organización... Todos se volcaron. Quedaban siete kilómetros y era imposible seguir, pero al menos me acercaron a la línea de meta». Y así pudo disfrutar el final de fiesta, pensando ya en la próxima edición: «Espero repetir en Os 21 do Camiño. Casi es más un trail que una media maratón. Pero está muy bien».
Actualmente reside en Ely, cerca de Cambridge. Cuando emigró, hace veinte años, quizás no esperaba asentarse como lo ha hecho en tierras británicas. Trabajó como cartero, también como bombero, y actualmente como controlador en un paso a nivel ferroviario.
Los turnos de noche le dan mucha libertad para acumular días y poder cuadrar el calendario a fin de participar en las carreras de fondo. Además, conocer las fechas con anticipación le permite abaratar costes en el viaje. Y, si es a Galicia, en el alojamiento, porque es volver a casa. «Poder coger los vuelos con antelación ayuda mucho -comenta-. Venir una semana para esta media maratón me ha salido por sesenta euros».