El plan perfecto de Marcelino y un Barça que recordó al de Anfield

Luis Milla

DEPORTES

JON NAZCA | REUTERS

26 may 2019 . Actualizado a las 15:43 h.

Ha sido una final muy intensa. El Valencia cumplió con lo que se esperaba de él: un equipo agazapado, bien armado, que no deja apenas espacios. En la primera parte lo clavó tácticamente y tuvo acierto en ataque. El Barcelona no estuvo bien, siguió en la línea de Anfield, sin competir al nivel que se espera de él. En el segundo tiempo, con los cambios de Vidal y de Malcom, reaccionó. Le metió más intensidad, compitió mejor y, al menos, lo intentó.

El botín que recogió el Valencia en la primera parte le ha servido, es un equipo que ha llegado a esta final en un punto muy elevado de confianza y que no dejó de buscar el contragolpe cuando se vio obligado a defenderse.

Aunque la dinámica del juego dejó una parte para cada equipo, para mí el Valencia es el justo vencedor del encuentro. Por cómo salió, por el trabajo realizado para lograr su ventaja y por cómo la supo gestionar después. Sufrió todo lo que toca sufrir con Messi en el campo, un factor muy desequilibrante, que puso al Barcelona muy cerca de empatar en los compases finales sin hacer un buen partido. Y eso tiene mucho mérito también.

Guedes, en los espacios, con un equipo ya volcado tuvo la sentencia. Por eso el Valencia se merece el título. Ha sabido, sobre todo en el primer tiempo, encontrar el partido que buscaba.

Marcelino estaba muy cuestionado a mitad de temporada, probablemente le hayan salvado los resultados de la anterior y sus jugadores, que le han respondido. Sale muy fortalecido con la cuarta plaza y este título en el año del centenario. Para Valverde, la expectativas eran muy altas. Se hablaba del triplete. Hay jugadores que han terminado mal físicamente e, incomprensiblemente, el equipo se ha caído al final.