El atasco del Everest se cobra ya diez vidas

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Imagen ofrecida por TVE de las colas en el ascenso al Everest
Imagen ofrecida por TVE de las colas en el ascenso al Everest

Las rutas siguen abarrotadas por centenares de montañeros y turistas que ponen su vida en peligro al demorarse los tiempos y ver comprometido el oxígeno artificial con el que cuentan

29 oct 2019 . Actualizado a las 12:57 h.

Quién se lo iba a decir en aquel mes de mayo, pero de 1978, a Reinhold Messner y Peter Habeler, cuando se convertían en los primeros alpinistas que alcanzaban la cima del Everest sin la ayuda de oxígeno artificial. Desde entonces, casi 10.000 personas -9.118 según los datos oficiales al cierre del 2018- han logrado sellar la cumbre. Pero apenas un 2% lo hicieron a pleno pulmón. La cima ha dejado de ser el ansiado objeto de deseo de los más experimentados alpinistas para convertirse en parque de atracciones del turismo de montaña. Las colas de los últimos días en los campos base, y en plena cúspide, dibujan su actual vida.

Un hombre irlandés ha muerto en el Monte Everest, elevando a ocho el número de muertos en apenas 48 horas en el pico más alto del mundo -diez si sumamos los dos de la pasada semana-, según han confirmado las autoridades del país a última hora de ayer. Kevin Hynes, un hombre de 56 años, ha muerto en su tienda de campaña a 7.000 metros de altura en la madrugada de este viernes, después de regresar antes de llegar a la cima.

Este mismo viernes también ha perdido la vida Dhurba Bista, un guía de 33 años, que cayó enfermo en el campamento 3 a 7.200 metros mientras guiaba a sus clientes en la montaña, dijo su empleador, Anil Bhattarai, de Himalayan Ecstasy Treks. Bista fue trasladado en avión al campo base, donde los médicos le declararon muerto. A esta muerte se suman la de cuatro indios, dos mujeres y dos hombres, que fallecieron durante su descenso después de escalar la cima, cuando cientos de escaladores presionaban por subir al pico más alto del mundo mientras lo permitían las condiciones climatológicas.

Nihal Bagwan, un escalador indio de 27 años que formaba parte de una expedición de dos miembros, murió este jueves en el campamento cuatro días después de descender de la cumbre, según confirmó Babu Sherpa, organizador de la expedición. Kalpana Das, una mujer india de 53 años que formaba parte de una expedición de mujeres de tres países, murió este jueves, mientras que Anjali Kulkarni, de 53 años y que regresaba de la cumbre del Everest, murió durante su descenso el miércoles.

Un escalador estadounidense y un escalador indio también murieron en su descenso del Everest este mes, y otro escalador irlandés que desapareció se presume muerto en la montaña. Babu Sherpa, el director de Peak Promotion, dijo que el hacinamiento había congestionado la ruta desde el campamento 4 hasta la cima. «Todos intentaban escalar a la vez», afirmó.

Por unos 60.000 euros de media

Las agencias especializadas ofrecen ascensiones organizadas, por un coste que oscila entre los 25.000 y los 120.000 euros. Por unos 60.000, como tarifa media, cualquier visitante puede marcarse una ruta de ida y vuelta guiada con sus dos decenas de bombonas de oxígeno y unos confortables campos base. «Hay hasta porteadores que les llevan las bombonas, es un negocio peligroso en el que se renuncia al verdadero espíritu de la montaña. El problema llega si el oxígeno se acaba. Las rutas comerciales comenzaron en la década de los 90 y lo de ahora es exagerado. Yo no quiero ese Everest», reconoce la viguesa Chus Lago, que intentó hasta tres veces el ascenso, lográndolo sin oxígeno en 1999.

«Ha sido un día de mucho tráfico y las expediciones se quejan de que tienen que esperar más de dos horas para llegar a la cumbre», lamenta Gyanendra Shrestha, portavoz del Ministerio de Turismo de Nepal. Solo en la noche del martes al miércoles, 250 personas partieron del campo IV -a unos 7.900 metros- rumbo a la cumbre. De ellos, más de 200 la alcanzaron.

El cuarto escalador que engrosa la fatal lista, un austriaco de 65 años, falleció en la ruta tibetana, menos frecuentada que la nepalí, que concentra el 64% de las ascensiones. Seis muertos en apenas 48 horas. «Había demasiado flujo de montañeros, lo que retrasó su descenso», relató Arun Trek, al frente de la expedición con la que bajaba la india Anjari Kulkarni, de 55 años, fallecida el miércoles junto al norteamericano Donald Lynn.

NARENDRA SHRESTHA | EFE

La temporada pasada se batió el récord de ascensiones al Everest: 802 personas lograron sellar la cumbre -en esta se espera pulverizar de nuevo el registro- y cinco perecieron en el intento. La nómina de bajas esta temporada asciende ya a diez. Hace apenas una semana, fallecían otro alpinista indio y un irlandés, que resbaló a unos metros de la cumbre. Pasan a engrosar la lista negra, registrada por la Himalayan Database, y que cifra en 290 el número de víctimas mortales que se ha cobrado el Everest hasta hoy.